"No existe la posibilidad": Francia Márquez, a Leyva, por supuesto plan para sacar a Petro

Nación
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El gabinete se pronunció contra el exministro de Relaciones Exteriores, quien en los últimos meses ha publicado tres cartas en contra del presidente.

El excanciller Álvaro Leyva volvió a tomarse los reflectores, esta vez por un supuesto plan que habría delineado contra el presidente Gustavo Petro. En el Gobierno, la ministra de Exteriores, Laura Sarabia, ya se pronunció contra uno de sus antecesores en la cartera, de quien ha recibido no pocas pullas en los últimos meses.

“Ruin y miserable. No encuentro mejores palabras para describir a Álvaro Leyva. La ambición desmedida por el poder lo llevó a conspirar contra nuestra institucionalidad”, aseguró en una publicación en X.

La reacción viene después de El País de España revelara unos audios en los que Leyva habla sobre un presunto plan para derrocar al mandatario que, en todo caso, no se pudo concretar. Según contó el medio, el excanciller se habría reunido con asesores de la administración de Donald Trump con miras a recibir apoyo para sacar al jefe de Estado de su puesto y poner en su lugar a la vicepresidenta Francia Márquez.

“Hay que sacar ese tipo. Ese tipo presidiendo las elecciones [de 2026]. Es que, además, el orden público se desbordó. Eso no puede suceder, sino con un gran acuerdo nacional, en donde tiene que estar ELN, los del Clan del Golfo”, se escucha en uno de los audios.

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La ministra asegura que se trata de “un atentado contra la democracia misma” y reitera que “el mandato del presidente debe ser respetado y defendido por todos y todas”.

Lo cierto es que la pelea entre el excanciller y el Gobierno del que hizo parte lleva meses en los reflectores. Si bien Leyva fue uno de los funcionarios más cercanos al presidente y su salida se debió a los problemas con el esquema de expedición de pasaportes, desde ese entonces mucho ha cambiado.

La muestra son las tres cartas que ha hecho conocidas a la opinión pública, en las que critica duramente al Ejecutivo y señala al mandatario de tener adicciones. Eso sí, sus pullas más fuertes son dirigidas a la misma Sarabia y al ministro del Interior, Armando Benedetti.

Por el momento, el presidente mismo no se ha referido a la más reciente revelación, pero en el pasado ha respondido a las misivas.

“Lo echó la Procuraduría, yo qué culpa tengo, pero me la está cobrando a mí”, dijo el mandatario en mayo y agregó que “está sacando la herida de que no pudo seguir siendo canciller o su hijo”.

La vicepresidenta Márquez, quien fue salpicada por todo el escándalo tras haber, presuntamente, mantenido conversaciones con Leyva en esta línea, también se pronunció sobre lo ocurrido.

“Colombia necesita menos divisiones y más altura moral. No permitiré que mi nombre sea utilizado para alimentar intereses particulares ni rencillas que no contribuyen a la construcción de un país más justo y equitativo. El 7 de agosto de 2022 hice un juramento solemne ante el Pueblo colombiano: defender la Constitución y las leyes de la República de Colombia. Desde entonces, he caminado con la convicción profunda de que la lealtad a ese compromiso es también la lealtad al pueblo, a la democracia y a la esperanza de millones de personas que creen en un país diferente. Tengo la conciencia tranquila, la mente clara y el corazón firme. Respeto profundamente el orden constitucional, y dentro de este, la figura del Presidente de la República como símbolo de la unidad nacional. Lo he expresado en público y en privado, y no debe caber duda: jamás he traicionado, ni cuestionado la autoridad legítima del primer mandatario de la Nación. No existe la posibilidad de que me preste para conspiraciones. No me mueve el resentimiento ni la conveniencia, y a quienes creen que podrán utilizarme como instrumento de sus ambiciones, les digo: están profundamente equivocados. Mi carácter ha sido forjado en la lucha, mi dignidad no se negocia, y mi vocación de servicio no conoce atajos. He disentido cuando ha sido necesario, con respeto y sin estridencias, ejerciendo la crítica como un acto de honestidad y no como una forma de ruptura. Trabajo cada día por el pueblo que depositó su confianza en nosotros. Ese es mi norte, mi causa, y mi razón de permanecer firme hasta el final del mandato que se me confió. No renunciaré ni a mis principios, ni a mi deber, ni a la esperanza de millones de personas a las que debemos garantizarle que un país justo y equitativo sea posible. Seguimos trabajando, con el corazón bien puesto, hasta que la dignidad se haga costumbre”, dice la carta de la vicepresidenta.

Lo que sí es cierto, en todo caso, es que la relación entre ella y Petro no está, desde hace meses, en buenas condiciones y justamente esta situación habría sido un punto de quiebre entre los dos.

Además de Sarabia, otros del gabinete también se han pronunciado. El ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, dijo que estas conductas “son de suma gravedad” y apuntó que se trataba de “delitos contra la democracia y constituyen traición a la patria”. El jefe de gabinete, Alfredo Saade, señaló a Leyva como “un traidor de patria”.

La senadora María José Pizarro recordó, por su parte, que desde mayo el mandatario había solicitado una investigación contra Leyva “por el delito de sedición”. Agregó que la Fiscalía “debe actuar inmediatamente, por instigación a un Golpe de Estado, exhortación a la alteración del orden constitucional y la vulneración de la soberanía nacional, como mínimo”.

La superintendente de Industria y Comercio, Cielo Rusinque, manifestó “total repudio” al excanciller y lo llamó “un ostensible acto de traición a la patria”. Además, pidió a la vicepresidenta pronunciarse.

Desde otros sectores también se refirieron al asunto. El exministro del Interior Juan Fernando Cristo instó a los colombianos a “rechazar cualquier intento de afectar el periodo institucional del presidente” y calificó la situación como “peligrosa y decepcionante. En la misma línea estuvo Humberto de la Calle, quien rechazó las supuestas acciones de Leyva.

“Hay que rechazarlas. Una cosa es la crítica y otra la conspiración. El periodo de Gustavo Petro es intocable”, señaló.

La senadora Angélica Lozano fue por la misma línea. Hizo un llamado a la oposición e independientes a “rechazar este atentado contra la democracia y exigir garantías: para que el presidente Petro culmine su mandato y para que las próximas elecciones se celebren libremente”.

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