Condenan al Estado por niño que se sacó un ojo estudiando... con un pupitre

Nación
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El hecho ocurrió el 12 de noviembre de 1997, en el colegio José Antonio Galán de Charalá (Santander), durante un examen de matemáticas.

Ezequiel Pinto González, que en ese momento tenía 12 años, se agachó a recoger algo que se le había caído, mientras su profesora estaba escribiendo la pregunta en el tablero. Junto a él había un pupitre sin espaldar, con “dos chuzos” salidos, y una de esas varillas se le clavó en el ojo izquierdo.

El globo ocular se le estalló, y, además de la sangre, le salió un líquido claro. El niño fue llevado al hospital de San Roque, en Charalá.

En 2006, Medicina Legal dictaminó que la lesión en el ojo le causó a Ezequiel una “deformidad física… de carácter permanente”, y en 2007 se determinó que la pérdida afectó la capacidad laboral del joven en un 32,65 %.

Finalmente, el Consejo de Estado resolvió que el responsable de esta situación, por no tener pupitres en buen estado, fue el departamento de Santander.

En ese sentido, el departamento deberá pagarle a Ezequiel 160 salarios mínimos, equivalentes a 103’418.100 pesos (cifras de 2016, año en que se produjo el fallo del Consejo de Estado).

También tendrá que pagar 360 salarios mínimos ($ 248’203.440) a los familiares cercanos del joven, de esta manera:

El fallo del Consejo de Estado se puede consultar en este enlace. La decisión es de septiembre del año pasado, pero solo hasta este año se conoció.

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