Policía vivió susto en Bogotá: casi muere al recibir 12 puñaladas por imponer comparendo

En un reciente episodio de violencia urbana en la localidad de Usaquén, Bogotá, tres agentes de la Policía fueron víctimas de agresión por parte de la comunidad mientras llevaban a cabo un procedimiento oficial. El suceso tomó lugar en el sector de San Cristóbal Norte, donde los oficiales intentaban responder a denuncias de actos indecentes en la vía pública, según informó El Tiempo.

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La situación escaló cuando los oficiales se disponían a emitir un comparendo a los infractores, quienes reaccionaron violentamente. Uno de los implicados atacó a un policía, apuñalándolo repetidas veces. El comandante de la Policía de Usaquén, Ricardo Chávez, narró a Citytv que “en un intento violento, un uniformado fue agredido con arma blanca, aunque el chaleco balístico evitó daños mayores al no permitir que las puñaladas penetraran profundamente”, indicó.

Durante esta agresión, los compañeros del agente agredido se vieron obligados a utilizar sus armas reglamentarias para disuadir a los atacantes y prevenir consecuencias más graves. Según las declaraciones del comandante Chávez, el agresor principal continuó intentando apuñalar al policía incluso mientras este estaba siendo defendido por sus colegas, que lo salvaron literalmente de morir, de acuerdo con el citado medio.

Además de este incidente, los agentes también enfrentaron ataques de varios perros, liberados en el momento del altercado, que les provocaron contusiones y, en un caso, fracturas en las falanges. Esto pone de manifiesto los múltiples riesgos a los que se exponen los oficiales de policía en el cumplimiento de sus deberes, según el citado diario.

Como consecuencia de la violenta reacción, tres personas resultaron heridas y fueron detenidas; actualmente se recuperan en un centro médico y deberán enfrentar cargos por lesiones personales. Entre los detenidos se encuentran una mujer y dos hombres, cuya identidad no ha sido revelada, de acuerdo con el impreso.

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Este tipo de incidentes plantea interrogantes sobre la seguridad tanto de los oficiales encargados de mantener el orden público como de los ciudadanos en general. Refleja además los desafíos que enfrenta la policía en zonas urbanas donde la respuesta de la comunidad puede ser impredecible y a veces hostil, según el informe periodístico.

Los sucesos en Usaquén son un recordatorio de la peligrosidad inherente a las labores policiales y de la necesidad de estrategias efectivas para manejar situaciones de alto riesgo. La comunidad y las autoridades deben trabajar conjuntamente para crear un entorno seguro y cooperativo donde tales actos de violencia sean la excepción y no la norma, de acuerdo con el periódico.