El chat oculto que salió a la luz de confesos asesinos de David Nocua: "Estoy preocupado"

El pasado 8 de mayo de 2025, David Esteban Nocua, un adolescente de 14 años residente en el sur de Bogotá, salió de su vivienda para encontrarse con su exnovia. Días después, su cuerpo fue hallado sin vida a orillas del río Tunjuelito, desencadenando una profunda indignación y tristeza en sus familiares.

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La investigación reveló que detrás del crimen se encontraban dos menores de edad, quienes confesaron su responsabilidad y actualmente se encuentran bajo medida de internamiento preventivo, según información de la Fiscalía y de fuentes consultadas por El Tiempo.

De acuerdo con la Fiscalía General de la Nación, grabaciones de cámaras de seguridad permitieron identificar que Nocua ingresó a una zona boscosa cercana al río Tunjuelito junto a los dos adolescentes que después serían señalados como sus victimarios. En ese lugar, la investigación determinó que fue agredido repetidamente con arma cortopunzante y luego abandonado. Las autoridades recopilaron evidencia digital, entre ellos videos y conversaciones en aplicaciones de mensajería, que resultaron claves en la reconstrucción de los hechos.

Un aspecto fundamental de la investigación fueron las declaraciones cruzadas y contradictorias de la menor de 15 años, y quien estuvo activam exnovia de David Nocua y parte de los responsables del crimen. Angie Rodríguez, hermana del mejor amigo de Nocua ente involucrada en la búsqueda del menor, contó al pódcast ‘Más Allá del Silencio’ que la joven inicialmente ofreció versiones distintas a los familiares y allegados.

En primera instancia, aseguró que, tras una discusión en el mirador del barrio Miravalle, David decidió quedarse solo y no volvieron a verlo. Posteriormente, cambió su relato afirmando que se despidieron de Nocua en un paradero de autobús del sector de La Marichuela, supuestamente porque él habría decidido marcharse solo.

“Ese día ella desbloquea a David de WhatsApp, le hace una llamada entre las 5:40 y 5:45, cuelga y es cuando se encuentran en la biblioteca del barrio la Marichuela”, dijo.

Sin embargo, con el paso de los días surgió una nueva versión: la joven indicó que, luego de reunirse para resolver un problema pendiente, los tres caminaron hasta un potrero y fueron abordados por extraños que intentaron robar el celular a David, atacándolo cuando este opuso resistencia. No obstante, las autoridades pudieron confirmar que los implicados buscaron falsear los hechos para desviar las investigaciones.

Un hallazgo relevante conseguido por Rodríguez fue el acceso a los mensajes de uno de los implicados. Allí encontró una conversación en la que ambos adolescentes involucrados aparentaban preocupación y declaraban “no saber nada” sobre el paradero de David.

“En esa conversación efectivamente se ve una llamada y después de la llamada una conversación casual en donde dicen: ‘Tan raro, pero si nosotros lo dejamos en el mirador del Miravalle’ y el otro le responde: .¿Dónde estará? Ya estoy preocupado”, señaló. 

Incluso fingieron colaborar en la búsqueda, guiando a la familia hasta la última zona donde estuvo el joven. Uno de los victimarios reconoció más adelante que dicha charla fue simulada con el propósito de fabricar una coartada frente a familiares y autoridades.

“Le digo: ¿esa conversación ustedes la armaron, cierto? Él me confirma que antes de esa conversación se habían llamado y se habían puesto de acuerdo en qué tenían que decir porque esa era la única versión que ellos iban a dar y esas eran las pruebas para que ellos no estuvieran involucrados en ese asesinato”, concluyó.

Actualmente, ambos confesos cumplen sanción en un centro especializado para menores. Según el abogado Saúl León, las penas para adolescentes en Colombia no pueden superar los ocho años y deben finalizar antes de que los jóvenes cumplan 21 años.