Y es que de acuerdo con El País, desde hace varios días Kentucky Fried Chicken ha tenido inconvenientes con DHL, con quien tiene un convenio desde hace poco tiempo para repartir los ingredientes. En un comunicado publicado en la página de la cadena, la empresa dice:

“Tenemos un nuevo compañero de reparto, pero han tenido un par de problemas iniciales: llevar pollo fresco a 900 restaurantes en todo el país es bastante complejo”.

La compañía les ofreció disculpas a todos los clientes que se pudieron ver afectados por el inconveniente, y de paso aclaró que la calidad de ninguno de los productos se puso en riesgo.

El artículo continúa abajo

DHL, el principal responsable del contratiempo, también se pronunció y, de igual manera, les presentó disculpas a los clientes, al tiempo que reconoció los “problemas operacionales” que sufrió. Sin embargo, las dos empresas trabajan para que la atención de los restaurantes vuelva a la normalidad.

Sin embargo, según BBC, el problema ya se empezó a solucionar (aunque muy despacio), ya que este martes 470 tiendas de la cadena seguían cerradas, un número menor que el de la tarde del lunes, cuando 575 de las 900 tiendas permanecían sin servicio. Pero claramente todavía falta mucho.