No todos los venezolanos llegan a Colombia a delinquir, son más los que se abren paso en nuevas tierras de manera honesta y trabajando todos los días, como cualquier colombiano. 

Una muestra de ello es Rosina Lamanna, quien a pesar de no haber tenido una buena experiencia en Medellín, ciudad a la que llegó por primera vez a nuestro país, encontró en la capital colombiana la oportunidad de rehacer su vida, a la vez que mejora la de otras personas gracias a su trabajo.

Rosina es terapeuta integral, rehabilitadora, quiropráctica, kinesióloga, domina la acupuntura y también sabe de drenaje linfático, y sus manos han sido la cura para los males de muchas personas durante el tiempo que lleva persiguiendo sus sueños lejos de su hogar.

Dejar Venezuela nunca fue un plan, sino que se convirtió en una necesidad, como para millones de sus compatriotas. Allá, Rosina lo tenía todo. Vivía cómodamente, era propietaria de un centro de salud y otro de estética, y estaba cerca de su familia. 

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Ahora, en Bogotá, a pesar de que probablemente no será el lugar en el que se reúna con su familia, sobre todo con algunos que siguen ciegamente el chavismo, Lamanna, sueña con volver a tener todo lo que alguna vez logró construir con trabajo honesto: “Me ha tocado comenzar varias veces, no me importa arrancar una vez más”, asegura, como se puede ver en la siguiente entrevista, en donde además cuenta que en Medellín no fue donde dio con las personas más cordiales, a pesar de la fama de amables que tienen los paisas.

 

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Si quiere agendar una cita con Rosina Lamanna, puede contactarla en el teléfono 3136048853 o a través de su cuenta de Instagram @rosinalamanna.

Y a continuación, lo invitamos a ver y escuchar el mensaje de algunos famosos en contra de la xenofobia:

 

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