Por su parte, el libro ‘Live Happy’ (‘Vivir feliz’), escrito por Deborah Heisz, presidenta de la firma Neora, comparte el concepto de felicidad en los 13 países donde opera.

Finlandez feliz

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A su vez, la obra ‘Live Happy’ inspiró a Adriana Sarmiento –una colombiana experta en felicidad, cabeza de Neora para Colombia y México– a brindar algunas pautas para tener una vida más plena y feliz y, de paso, como reza el estudio de la universidad londinense, para vivir hasta un 35 % más.

  1. La actitud

Una buena estrategia para fortalecer este aspecto es leer 10 páginas diarias de un libro que estimule una actitud positiva. Otras formas de crear una actitud positiva son cuidar los pensamientos y manejar la negatividad, abrir el círculo de amistades y asegurarse de que sean personas positivas. Cuidar las palabras es otra forma de mejorar el estado de ánimo, y un consejo es intentar pasar todo un día sin quejarse.

  1. Fortalecer vínculos

Si se trata de fortalecer la relación con los seres queridos, es vital el contacto físico. Por esta razón, hay que proponerse cambiar la tecnología (dejar a un lado el celular o la tableta) por abrazos y caricias. También es importante ser solidario si algún compañero o colega está en dificultades; se puede empezar preguntando cómo ayudarle. Hay que recordar que no está mal pedir ayuda. Esto no solo aliviará las cargas, sino que afianza la relación con los colegas, amigos y familiares.

  1. Encontrar el significado

En ocasiones nos sentimos inconformes por la rutina. Por eso es fundamental renovarse a través de un propósito. Una buena forma es participar en la comunidad o descubrir alguna causa para defender activamente. Es vital darse la oportunidad de ver la cotidianidad desde otra perspectiva, darle un significado y pensar cómo todo este trabajo puede resultar en beneficio propio y de los demás.

  1. Incentivar la creatividad a través de la renovación

Este es un paso muy importante. Es hora de empezar a soñar despierto, a ser una persona curiosa que tiene la capacidad de hacer las cosas de otra manera. Siempre es bueno estar abiertos a aprender algo nuevo, a renovarse, divertirse y disfrutar de los pasatiempos. “Hay que tener en cuenta que enfocar la labor creativa es un trabajo que requiere tiempo, concentración y disposición. No basta con planearlo, ¡hay que actuar!”, agrega Sarmiento.

  1. Estimular los sentimientos de gratitud

Una manera efectiva de hacerlo es a través de un diario de gratitud en donde se tome notas sobre las personas, cosas o circunstancias por las cuales agradecer. Este acto servirá para recordar los buenos momentos vividos. Además, es muy beneficioso e implementa palabras que reconocen bondad y gratitud.

  1. Conectarse a través de la atención plena

Esta práctica ayuda a aprovechar al máximo cada instante del ahora. Permite soltar el pasado y no pensar en el futuro, que son de los pensamientos que más afectan la alegría del momento. Se trata de sentir intensamente todo lo que se hace: respirar bien; masticar despacio y disfrutar el sabor de las comidas; ser consciente del cuerpo y relajar los músculos; concentrarse en el momento; hacer una cosa a la vez y prestar toda la atención a las tareas en cuestión (el aquí y el ahora).

  1. Cuidar de la salud

Es más fácil de lo que se cree. Con dormir un poco más ya se gesta un cambio importante sobre el bienestar del organismo. Salir a pasear un rato en bicicleta o llevar a cabo actividades lúdicas que diviertan ayudan a combatir el sedentarismo. Elegir mejor los alimentos y encontrar una buena compañía con quien se pueda compartir tales actividades es crucial.

  1. Aprender sobre resiliencia

Todas las personas pasan por momentos difíciles. La diferencia con quienes son más fuertes es que ellos saben responder asertivamente cuando los problemas vienen. Para desarrollar esta característica sirve anotar los aciertos, escoger con sabiduría los pensamientos y apoyarse de otros. No actuar en solitario.

  1. Reforzar la espiritualidad

Independientemente de la creencia de cada persona, es importante conectarse con algo superior que represente un refugio. Se trata de dedicar tiempo a un momento sagrado, que puede ser simplemente estar en quietud; darse tiempo para disfrutar, en silencio, de la naturaleza o empezar a meditar: haga una pausa en sus actividades, relájese y concéntrese en su respiración por dos minutos. Con esto logrará que sus pensamientos se enfoquen en lo que desea y no se distraigan por la negatividad que puede haber en el entorno.

  1. Practicar la reciprocidad

Los actos felices son contagiosos, así que empiece a actuar con intención, sea compasivo, realista y preste más atención a su entorno para que se dé cuenta de cómo puede contribuir a través de un pensamiento intencional positivo.

“Al cabo de un par de semanas practicando a conciencia estos comportamientos, las personas verán el cambio. La felicidad se puede aprender y lo mejor es que no se necesita dinero, ni un gran sacrificio para conseguirla. El secreto está en cultivarla, paso a paso, a través de pequeñas decisiones diarias hasta convertirlas en el hábito de ser feliz”, concluye Sarmiento.