Boxall dijo al medio Australian Broadcasting Corporation (ABC) que al principio pensó que la serpiente era falsa, y que todo se trataba de una broma de su hija y su yerno.

Sin embargo, Bowall contó que se dio cuenta de que era real cuando el animal comenzó a moverse a un costado de su cama.

Incluso, indicó que el reptil cambió de piel durante el viaje de casi 15.000 kilómetros entre la ciudad de Mackay y Glasgow.

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Bowall afirmó al mismo medio que encerró a la serpiente en una caja y la dejó en su jardín, mientras las autoridades de protección animal llegaban para recogerla.

Según el mismo medio, aún no es claro cómo las autoridades del aeropuerto no detectaron el animal en la maleta de Bowall.

De acuerdo con NBC News, se trata de una pitón moteada no venenosa, que a menudo vive en arbustos, bosques y cerca de cuevas a lo largo de la costa.