La mujer le contó a Daily Mirror que ella y su esposo entraron al vagón del tren y, ante la negativa de las personas para cederles una silla (incluso las prioritarias), ellos se turnaron para cuidar al pequeño, llamado Chester Moore.rr

Sophie agregó que, durante el recorrido, tuvo que sentarse en el piso sucio y amamantar al pequeño. A pesar de ver esa situación, ningún pasajero le ofreció su silla:

“Cuando me senté en el piso, hubo personas que pasaron hacia el baño y vieron que estaba amamantando, pero nadie nos ofreció un asiento”.

Según su relato al diario británico, esos pasajeros pasaban ignorándola “como si no quisieran llamar demasiado la atención”.

A continuación puedes ver una foto de la mujer amamantando en el piso del vagón: