Una familia colomboestadounidense está consternada con el asesinato de Junior Vanegas, un joven de EE. UU. que llegó a Colombia a pasar unos días de vacaciones con su hermana Cindy Vanegas en Bogotá. El hombre fue capturado cuando estaba haciendo deporte en el Parque Simón Bolívar porque una mujer dice que él le mostró sus partes íntimas a su hija. La comunidad lo alcanzó y lo entregó a las autoridades, según reportó Noticias Caracol.
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La Policía lo llevó ante un juez que le decretó medida de aseguramiento y le imputó el delito de acceso carnal violento. Vanegas fue conducido a la estación de Teusaquillo, una de las más hacinadas de la capital, donde le esperaba un viacrucis que le terminó costando la vida, de acuerdo con el noticiero.
Según Cindy Vanegas, que fue entrevistada por el citado medio, a su hermano lo asesinaron en la estación de Policía y ella dice que las autoridades fueron negligentes en el caso del joven, que apareció esposado y con muerte cerebral cuando llegó a la Clínica Palermo.
Asesinato de un norteamericano en estación de Policía. Había sido señalado por una mujer de mostrar sus partes íntimas en el parque Simón Bolívar.
El día del fallecimiento este llegó al hospital esposado y con muerte cerebral, denuncia su hermana
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— Noticias Caracol (@NoticiasCaracol) February 20, 2023
“Él me dijo: ‘la Policía me está pegando, los presos me están pegando’. Un patrullero de nombre Hugo Bonilla me dice que se lo llevan a la Clínica Palermo con muerte cerebral. La Policía lo único que dice fue que hubo una riña en las celdas y le habrían dado una brutal golpiza”, comentó su hermana en la entrevista.
Además, la joven se cuestiona por qué su familiar llegó con sus manos amarradas. De hecho, ella y sus seres queridos contrataron un investigador privado que ha recogido varias pruebas para que el asesinato no quede impune, de acuerdo con el citado medio.
Por ejemplo, logró conocer que el ciudadano estadounidense cuando ingresó a la estación debió pagar una extorsión que le pidió el denominado ‘pluma’, que es el jefe de los reclusos y quien tiene el control del penal.
También, el investigador entrevistó a otro recluso que fue testigo de los hechos y le narró lo que le sucedió al norteamericano: “Había una rueda de 6,7 y 8 venezolanos que lo cogieron a patadas, lo dejaron botado y los policías custodios escucharon todo, pero no hicieron nada. Gritó como dos veces auxilio”.
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