El nuevo Jefe de Estado asume la Presidencia con una cerrada defensa de la economía de mercado, la propiedad y la iniciativa privada y con la propuesta de hacer modificaciones al Acuerdo de Paz con las Farc.

Duque se ‘vendió’ como una opción joven renovadora (tiene solo 42 años), a pesar de ser fervoroso defensor de Álvaro Uribe, su mentor.

Sobre la hoja de vida del nuevo mandatario, hay que decir que nació en Bogotá el primero de agosto de 1976. Es abogado de la Universidad Sergio Arboleda, con estudios mayores en filosofía y humanidades. Experto en temas económicos, con estudios ejecutivos en Harvard, y con maestrías de Georgetown, en Gerencia de Políticas Públicas, y de American University, en Derecho Económico.

En su vida laboral se ha desempeñado como columnista y profesor. Fue jefe de la división de Cultura, Creatividad y Solidaridad del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), lideró temas de innovación social, emprendimiento, juventud y economía creativa; y fue consultor de la presidencia del BID y consejero principal por Colombia.

El artículo continúa abajo

En su gestión como Senador sacó adelante cinco leyes de la República: la Ley Naranja, que impulsa las industrias creativas y la cultura como motor de desarrollo; la Ley de cesantías, que permite el uso de las cesantías para prepagar la educación de hijos y dependientes; la Ley de desfibriladores, que obliga a la instalación de reanimadores en sitios públicos y en transportes de emergencia en Colombia; la Ley de ‘Empresas B’, que brinda las condiciones para crear y desarrollar las sociedades comerciales de Beneficio e Interés Colectivo, y es coautor de la Ley que extendió la licencia de maternidad de 14 a 18 semanas.

Iván Duque está casado con María Juliana Ruiz, con quien tiene tres hijos: Luciana, Matías y Eloísa.

En la pasada contienda, Duque fue considerado como un fenómeno electoral, pues a comienzos de este año tenía una intención de voto mínima en las encuestas, pero logró remontar en ellas y en la primera vuelta luego de que fuera proclamado como el candidato oficial del Centro Democrático (ganó con 7 millones 569 mil 693 votos, sobre 4 millones 851 mil 254 votos de Petro).

Hasta los más feroces críticos del expresidente Álvaro Uribe le reconocen haber seleccionado un candidato sin historial, sin investigaciones, sin enemigos, tanto que el ala más radical del Centro Democrático lo consideró demasiado moderado (incluso lo acusaron de santista).

Pero además de ser un candidato sin historial, Duque tiene méritos propios indiscutibles: se apoya en su ambición, ambición basada en una formación académica y laboral con visión internacional, capacidad de estudio, en una facilidad de expresión (algo que no tenía Zuluaga) que lo hace brillar ante las masas, sumado al carisma propio de su generación: cercano a la música popular, a la tecnología, al nuevo emprendimiento, al fútbol y a los libros.

Duque tiene el desafío de demostrar que es independiente del expresidente, y desvirtuar los temores de que su ascenso a la Presidencia significarán pavimentarle el camino a nueva reelección o instaurar una dictadura (por controlar el Congreso, la Presidencia y querer acabar las cortes).