Esto pasó el 11 de septiembre del 2020, antes de las 7:00 la noche, cuando Bolaños Arenas iba camino a su residencia ubicada en el sector El Tejar, de Marmato (Caldas). En el trayecto fue interceptado por el canino Killer, propiedad de Reinel de Jesús Arenas Castañeda. El perro le dio un leve mordisco en uno tobillo, por lo que, furioso, caminó hasta su casa para luego retornar con un arma de fuego en la mano y sin importarle la presencia de transeúntes, incluyendo niños, hizo varios disparos, impactando a Killer en mejilla y mano derecha. La situación la denunció el personero, Héctor Jaime Cardona Pineda, ante la Fiscalía.

Bolaños Arenas, de 27 años, minero nacido en Marmato y apodado Lilio, terminó condenado a cinco años por el Juzgado Penal del Circuito de Riosucio. La pena se tasó antes de la audiencia preparatoria para juicio, cuando se presentó un preacuerdo en el que el procesado pasaba de autor a cómplice y obtenía la máxima rebaja permitida, del 50%. Así las cosas se le dieron 54 meses por el porte ilegal de armas, más seis meses por el maltrato animal.

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En su denuncia, el Personero expresó que las personas escapan de sus niveles de paciencia para emprenderla contra indefensos seres vivos, sintientes, sin importarle mucho menos la presencia de niños en la calle al momento de accionarse el arma letal, como acá ocurrió.

El veterinario Ancízar Ospina Martínez, adscrito a la Secretaría de Desarrollo Económico, Medio Ambiente y Servicios Públicos, informó que las heridas fueron de forma circular, de un tamaño aproximado de 0,5 mm. Se descartó fractura del miembro y daño en la la funcionabilidad del mismo, así como otras afectaciones en cara y cabeza.

Otro proceso

El procesado está detenido en la cárcel de Salamina por tentativa de homicidio y porte ilegal de armas, con condena de 11 años de prisión, que está en apelación.

Intentó matar con un arma de fuego, el 8 de octubre del 2020, a Julio César Castro García. Ese día, a las 8:00 de la mañana, el minero Castro García se desplazaba por el sector conocido como Cien Pesos, jurisdicción de Marmato, cuando fue atacado por Bolaños Arenas, quien comenzó un tiroteo directamente hacia su humanidad, impactándolo en cuatro ocasiones en su rostro, piernas y brazos.

Al herido lo auxiliaron algunos ciudadanos presentes en la escena, llevándolo hasta el hospital local y, desde allí, a otro de mayor nivel en Manizales, debido a la gravedad de sus lesiones. Los médicos lo salvaron. El agresor se fugó hacia su residencia, donde finalmente fue capturado por la Policía.

La enemistad entre ellos habría arrancado desde la muerte de Alexis García, primo de la víctima, dos años atrás.

El hoy condenado renunció a guardar silencio y manifestó que los problemas con Julio César venían desde hace tiempo, “porque donde me ve, me agrede, como en 10 ocasiones me había buscado problema, pero siempre le decía que me dejara tranquilo. A un muchacho Alexis, primo de Julio, lo mataron y él siempre me responsabilizó de esa muerte, sabiendo que no estaba en ese lugar”.

Para el nuevo caso que afronta Bolaños Arenas se le otorgó la domiciliaria, de la que disfrutaría apenas pague la pena anterior.