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Este artículo fue curado por pulzo   Jun 1, 2025 - 2:50 am
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Arabia Saudita reforzó sus controles para evitar que peregrinos no autorizados acudan al hach, la gran peregrinación anual de los musulmanes a la Meca prevista la próxima semana y que el año pasado dejó más de mil muertos por el calor extremo.
 

Operaciones policiales periódicas, vigilancia con drones y mensajes de advertencia buscan ahuyentar a los visitantes no autorizados que pretendan mezclarse con la multitud en La Meca y sus alrededores. La frase “Sin permiso no hay hach” está en todos lados, en los centros comerciales, en los carteles publicitarios y en los medios de comunicación.

   El año pasado, 1.301 peregrinos murieron durante el hach por el intenso calor, que alcanzó los 51,8 ºC. La próxima semana se esperan temperaturas de hasta 44 ºC. El 83% de los fallecidos no disponía de un permiso oficial y por ende, no tenía acceso a las carpas climatizadas o a los autobuses desplegados por la rica monarquía del Golfo, indicaron las autoridades sauditas.

   “Desde el final de la última temporada, nos dimos cuenta de que el mayor reto es evitar que los peregrinos no autorizados pongan en peligro el buen desarrollo del hach”, declaró a AFP, bajo condición de anonimato, un funcionario implicado en la organización.

   La peregrinación a La Meca dura entre cinco y seis días y se desarrolla mayoritariamente al aire libre. Es uno de los cinco pilares del islam y todos los musulmanes que pueden permitírselo deben realizarlo al menos una vez en la vida. Los permisos oficiales se asignan a los países según un sistema de cuotas y se distribuyen por sorteo. Sin embargo, el elevado coste de estos permisos lleva a muchos musulmanes a optar por métodos alternativos, mucho más baratos pero ilegales.

      – Drones y registros –

      Para detectar a los peregrinos no registrados, las autoridades sauditas desplegaron una nueva flota de drones para vigilar las entradas a La Meca. Las fuerzas de seguridad también registraron cientos de departamentos en busca de personas escondidas. “Policías uniformados vinieron dos veces a mi casa y pidieron ver mi permiso de residencia y el de mi esposa”, contó a AFP un ingeniero egipcio que vive en La Meca, bajo condición de anonimato.

   “En cualquier lugar de La Meca nos piden que mostremos un permiso de trabajo o residencia”, añadió, describiendo unas medidas de seguridad “inéditas”. El fenómeno se empeoró desde que Arabia Saudita flexibilizó su política de visados como parte del plan de reforma “Visión 2030”, destinado a atraer más turistas e inversores.

   Cientos de miles de personas con visados de familiares o de turista se mezclan cada año con peregrinos autorizados. Para atajar el problema, Riad restringió desde enero la concesión de visados de entrada múltiple a varios países. Los visados turísticos y familiares fueron suspendidos para los ciudadanos de más de diez países, entre ellos Egipto, Pakistán, India, Bangladés y Jordania.

   Según Umar Karim, especialista de Arabia Saudita para la Universidad británica de Birmingham, “las autoridades sauditas entendieron que, una vez que estas personas entraron en el territorio, es difícil impedirles el acceso físico a La Meca”.

     – Menos denso –

      Desde hace un mes, la entrada a La Meca está estrictamente reservada a las personas con permiso de trabajo o residencia. También e pidió a los peregrinos que acuden a la Umrah, una pequeña peregrinación que puede realizarse durante todo el año, que abandonaran la ciudad.

   Otra medida implementada fueron las multas. Las sanciones por participación ilegal en el hach se duplicaron hasta los 20.000 riales (unos 5.400 dólares), con una prohibición de diez años para entrar en el reino. Además, cualquier persona declarada culpable de acoger o ayudar a peregrinos no autorizados se expone a una multa de hasta 100.000 riales (unos 27.000 dólares).

   Estas medidas buscan “garantizar que La Meca siga estando reservada exclusivamente a los peregrinos autorizados durante la temporada de la peregrinación”, añadió el funcionario. Residentes de La Meca dijeron a AFP que las multitudes este año parecían ser mucho menores que el pasado. Pero las autoridades afirmaron el martes que ya habían llegado más de un millón de peregrinos al país.

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