Valentina aseguró en ‘Lo sé todo’ que le empezaron a salir “unas bolas en las axillas” llamadas siliconomas (silicona encapsulada). Durante el rodaje de una película, ella sintió que le dolían ambos senos, sobre todo el izquierdo, por lo que de inmediato fue al médico.

Según ella, los doctores la revisaron, le hicieron unos exámenes y le contaron que todo había salido bien, que no era lógico que le doliera. Los médicos se pusieron “tensos, con cara de preocupación”, y luego le dijeron: “Hay un alta posibilidad de que sea cáncer, necesitamos abrirte”.

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La actriz agregó que estuvo 6 horas en el quirófano, lapso en el que su doctora se dio cuenta de que no tenía nada maligno en su cuerpo. Sin embargo, se tardó todo ese tiempo porque tuvo que hacerle limpieza al encontrar un “reguero de silicona” en su cuerpo. Ella le dijo a Valentina que su músculo pectoral “estaba totalmente desecho” y por eso debió reconstruírselo.

Durante la entrevista, la famosa confesó que aprovechó esa cirugía para levantarse las “puchecas”.

“Tampoco me voy a dar acá de mojigata, ¡me las tenía que subir! Obviamente, por la lactancia y el paso de los años (es que yo no tengo 15), ya las tenía un poquito caídas, aunque a mí me gustaban como estaban y con orgullo las lucía”.