
La capital ha sido el hogar de varias marcas que ganaron reconocimiento en el ámbito de la pastelería, como fue el caso de la Guernika, una marca que fue propiedad de una presentadora muy famosa en televisión.
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Otro ejemplo de ello es el éxito del que gozó la Panadería El Cometa, creada por la familia del chef Jorge Rausch, que marcó un hito en la gastronomía de millones de familias en la ciudad.
Una de las joyas más famosas de Bogotá es sin dudas la Pastelería Cyrano. Esa fue fundada por el francés Mauricio Tiphaine, y se convirtió en un ícono de la repostería en Bogotá durante más de 70 años. El europeo abrió su primera pastelería al concluir su contrato con el Hotel El Prado, en Barranquilla, como administrador, lugar en el que se enamoró de Colombia y echó raíces aquí.
Inspirado en Cyrano de Bergerac, el personaje literario romántico y valiente, Tiphaine le dio vida a un concepto en el que los sabores tradicionales franceses se fusionaran con un toque colombiano.
Desde su primer local en la calle 22 con carrera 16, Tiphaine vendió hojaldres y repollas que pronto capturaron a los bogotanos. Posteriormente, y dado el éxito de Cyrano, se trasladó al barrio Santa Fe, donde montó su fábrica principal.




Cyrano ha expandido sus puntos de venta por toda la ciudad, tanto así que en la actualidad cuenta, aún, con 7 puntos de venta ubicados en la carrera 60 con calle 10, portal Transmilenio Suba, portal El Dorado, portal Sur, portal Norte, calle 147 con avenida 19 y centro comercial Niza.
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Entre sus productos emblemáticos se destacaron el Saint Onoré y la Capa de Ángel, preparados con recetas francesas y toques colombianos, así como el kumis casero y las milhojas, delicias que se quedaron en el corazón de los bogotanos.
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