Por: El Colombiano

El Colombiano es un grupo editorial multiplataforma con más de 110 años de existencia. Nació en la ciudad de Medellín en Antioquia. Fundado el 6 de febrero de 1912 por Francisco de Paula Pérez, se ha especializado en la investigación y generación de contenidos periodísticos para diferentes plataformas en las que provee a las audiencias de piezas mult...

Este artículo fue curado por Leonardo Olaya   Mar 25, 2024 - 8:05 am
Visitar sitio

Tal vez por haber sido el hombre más rico de Colombia y estar entre los de mayor fortuna en el mundo. También por ser uno de los banqueros más reputados en el sector y por el respeto que supone que a sus 91 años todavía tuviera la lucidez para manejar su emporio en el universo de la construcción y las finanzas.

No alcanzaría un libro para condensar toda la información y las historias que se pudieran contar sobre este empresario, tal vez una saga alcanzaría. Con certeza, Luis Carlos Sarmiento tendrá mucho que hablar del salvaje y estratega mundo de los negocios, en el cual supo mover sus fichas con notable destreza. Seguro nadie cuestiona el cumplido.

No por nada amasa una fortuna de US$ 7.400 millones, siendo el segundo más rico del país, solo superado por David Vélez, cofundador de Nubank, quien cuenta con un capital de US$ 8.800 millones, según Forbes. Sin embargo, por muchos años, Sarmiento Angulo fue el hombre más rico y siempre ha disputado ese puesto en Colombia.

(Vea también: Quiénes son las hijas de Luis Carlos Sarmiento Angulo; son 4 y manejan varios negocios)

Dicen que Sarmiento Angulo se las sabe todas. Trayectoria, sin duda, tiene. A sus 91 años decidió colgar la corbata y el portafolio de empresario. Solo tiene una historia para contar en medio de su jubilación: cómo fue que empezó a trabajar como ingeniero auxiliar en Bogotá y luego levantó una vasta fortuna que le concedió el poder de tomarse algún café y conversar con presidentes de diferentes vertientes políticas en Colombia.

La noticia de su retiro la dio en la asamblea del Grupo Aval, en donde se discutió el balance del conglomerado financiero, modificaciones a la Junta Directiva y la propuesta de dividendo que se distribuirá entre los accionistas.

Dicen los asistentes que se le aguaron los ojos anunciando la despedida: “He tomado la decisión de retirarme del cargo de presidente de la Junta Directiva”. Sostuvo que tomó la decisión porque el conglomerado busca una renovación con mentes jóvenes, y de esa forma, quiere “darles cabida a las nuevas generaciones, con nuevas ideas y más juventud”.

En el espacio se anunció que María Lorena Gutiérrez, quien actualmente es la cabeza de Corficolombiana, será la nueva presidenta del conglomerado y Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, hijo del banquero, será el presidente de la junta directiva del Grupo Aval.

Sarmiento Gutiérrez es Magna Cum Laude (muy destacado) en Ingeniería Civil de la Universidad de Miami y con un MBA con concentración en Finanzas Graduate School of Management en la Universidad de Cornell.

¿Cómo triunfó Luis Carlos Sarmiento?

Luis Carlos Sarmiento Angulo viene de una familia bogotana de pura cepa. Es el penúltimo de nueve hijos. El último fue el obispo Enrique Sarmiento Angulo. Y entre sus hermanos también está Arturo, un empresario del campo. La mamá, Georgina, le enseñó la disciplina, pues debía sentarse a almorzar a la hora fijada o se quedaba sin comida.

Muy temprano descubrió que tenía olfato para los negocios. A los 14 años conocía principios de la contabilidad y fue su primer amor académico. En una entrevista con Luz María Sierra (hoy directora de EL COLOMBIANO), en 2009 dijo: “Lo primero, como dice el presidente Uribe, es trabajar, trabajar y trabajar”. Pero a renglón seguido anotó: “Hay una cosa que a mí me ha ayudado mucho toda mi vida, que es esa segunda profesión, la de contador. Me lo enseñaron en el colegio, un año, una de esas clases a las que nadie les para bolas. Lo más importante en una empresa nueva es tener un buen contador. La contabilidad aterriza a la gente. De lo contrario, la gente se hace muchas ilusiones. En donde más dinero he ganado —y enfatiza el tono de su voz— ¡mucho dinero!, ¡muchísimo!, es organizando empresas”.

(Vea también: De cuánto es la fortuna de Luis Carlos Sarmiento Angulo, banquero que dejó el Grupo Aval)

Era un estudiante destacado. A los 15 años comenzó su carrera de Ingeniería en la Universidad Nacional que, según Sarmiento, fue una de las mejores cosas que le pudo pasar.

Tal vez ni siquiera él conoce la fórmula exacta del éxito empresarial, pero en sus entrevistas y conversaciones siempre ha destacado que trabajar desde temprana edad fue clave para lograr su fortuna.

El hecho es que fue contratista del Estado y levantó unas primeras casas. En 1966 construyó la urbanización Las Villas y desde entonces empezó a plagar de proyectos la capital. Desde ‘Villa del Prado’, en la 170, hasta ‘Villa del Cerro’, en Ciudad Bolívar. A sus casi 40 años ya era un empresario constructor con reputación, pero quería más.

En su rol de empresario ha dejado ver varias facetas. Una sin duda, la de banquero; en 1970 emprendió esa meta. Comenzó con la compra del Banco de Occidente. La entidad estaba intervenida por la Superintendencia Bancaria, lo que le permitió obtener un descuento del 30%.

Como buen negociante con visión, comenzó una estrategia que le dio resultado: cobertura del mercado. Y lo logró comprando más bancos y entidades financieras, como si de una partida de Monopoly se tratará. A sus 55 años, Sarmiento se coronó como el banquero más grande del país. En el 2000 era conocido como el principal magnate bancario del país. Ostentaba el 22% de los activos bancarios colombianos.

Tenía empresas por aquí y por allá, bienes bancarios, de telecomunicaciones e inmobiliarios. Tuvo la idea de reunir todo en el holding Grupo Aval, integrado por cuatro bancos principales y otras corporaciones de servicios financieros como Banco de Occidente, Banco de Bogotá, AV Villas y Banco Popular, además de pensiones Porvenir.

El buen Sarmiento Angulo

Pero no solo de pan vive el hombre. Sarmiento Angulo no solo amasó una gran fortuna en décadas de trabajo, sino que se le conoció por su extensa labor filantrópica, pues ejecutó muchas obras en bien de la comunidad. Se viene a la cabeza la ocasión que donó $18.000 millones para construir 400 casas en 2012. El proyecto pasó a llamarse Mirador Usme en Bogotá. Fueron techos que beneficiaron a familias damnificadas que quedaron sin hogar a raíz de la ola invernal en ese entonces.

Una de las donaciones más importantes es el Centro de Tratamiento e Investigación del Cáncer (CTIC) cuya apertura tuvo lugar en 2022 y en el que invirtió $1,4 billones.

Se trata de un área cercana a los 100.000 metros cuadrados. Un centro enorme que está destinado a la atención de pacientes y la investigación.

Y eso no fue todo. En la difícil pandemia sacó de su bolsillo $80.000 millones y los donó a los colombianos. El dinero sirvió para la distribución de mercados a la población más vulnerable, también para comprar unos 300.000 kits para la realización de las pruebas diagnosticas y detectar el coronavirus, incluso alcanzó para la obtención de ventiladores para la atención de pacientes con insuficiencia pulmonar.

Ni qué hablar de la reunión que tuvo Sarmiento Angulo con el presidente Gustavo Petro y otros importantes empresarios en la Casa de Huéspedes Ilustres, de Cartagena, en noviembre del año pasado. Allí nació una de las más recientes donaciones del Grupo Aval con el fin de llevar agua a La Guajira.

La noticia se conoció casi un mes después y la anunció Laura Sarabia, entonces directora de Prosperidad Social, ante la comunidad Kaikashi del pueblo indígena Wayuu. Se trató de un acuerdo para trabajar conjuntamente en la transformación social y territorial de algunos de los principales municipios de ese departamento. Una donación de $100.000 millones que beneficia de manera directa a más de 70 comunidades, más de 3.500 familias.

Con seguridad no alcanzarían los dedos de la mano para contar todas las ayudas, pero hay más aportes en los campos de la educación, la salud y en casos de emergencia.

Lee También

A nadie le queda duda que ya Sarmiento Angulo hizo lo suyo, ese legado seguro quedará bajo los hombros de su hijo Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, quien siempre recuerda una de las frases de su papá: “Lo importante no es analizar la cantidad de plata que se pueda llegar a hacer, sino la cantidad de plata que se puede llegar a perder”.

Seguro que el banquero pensó mucho el momento de su retiro. Y si tomó la decisión con seguridad es porque siente que dejó su trono a un buen sucesor; habrá que ver si conserva la destreza y habilidad de este magnate para hacer plata y para ayudar a otros.

Lee todas las noticias de economía hoy aquí.