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Ahora bien, en Colombia estos tributos han desempeñado un papel crucial en la configuración de la economía y en la definición de las políticas comerciales.
Históricamente, Colombia mantuvo aranceles elevados para proteger sus industrias emergentes. Por ejemplo, en 1964, el arancel nominal promedio alcanzaba el 65.6 %, y al inicio de la década de 1970, se situaba en 51.9 %.
Sin embargo, con la apertura económica de la década de 1990, el país redujo progresivamente estas tarifas para integrarse más competitivamente en el mercado global.
(Vea también: Trump tomó otra decisión sobre Colombia que puede ser dolorosa: habrá cambios pronto)

La aplicación de impuestos a bienes importados tiene su lado positivo y negativo
Teniendo en cuenta lo anterior, la aplicación de aranceles tiene implicaciones tanto positivas como negativas para la economía colombiana. Por un lado, protegen a los productores locales de la competencia extranjera, lo que puede fomentar el desarrollo de industrias nacionales y la generación de empleo.
Por otro lado, incrementan el costo de los insumos importados, lo que puede afectar la competitividad de sectores que dependen de materias primas o tecnologías extranjeras. Además, aranceles elevados pueden desincentivar la eficiencia y la innovación al reducir la presión competitiva sobre las empresas locales.

Tensión entre Colombia y Estados Unidos por aranceles
Ahora bien, la política arancelaria de Colombia enfrenta desafíos significativos. La reciente tensión diplomática con Estados Unidos, derivada de tensiones en políticas migratorias, llevó a la amenaza de imposición de aranceles del 25 % a productos colombianos como el café, las flores y el plátano. Con la posibilidad de incrementarse al 50 %.
Esta situación podría afectar negativamente las exportaciones colombianas y, por ende, su balanza comercial. Pero, Colombia terminó dejando de lado su política de imponer un nuevo porcentaje de aranceles a productos estadounidenses con posibilidad de ingreso al país. Los cuales se pensaban que serían de 50 %, pero Gustavo Petro terminó cediendo ante las sanciones de EE. UU.
Ya que la decisión de la potencia mundial impactaba el desarrollo de varios colombianos e incluso participantes del gabinete del mandatario colombiano. Puesto que, Trump suspendió el visado de todos los funcionarios relacionados al Gobierno colombiano.
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