El medio plantea una serie de preguntas alrededor de las recientes declaraciones del presidente del Deportes Tolima, en las que calificó el fútbol femenino como “un caldo de cultivo de lesbianismo tremendo”.
“Supongamos que lo dicho por el presidente del Tolima es cierto. Primero, si las mujeres (¿cuáles? ¿Todas? ¿Las que juegan fútbol nada más? ¿Hay algo en el amor por el balón que va ligado al gusto por el alcohol?) en efecto toman más alcohol que los hombres (¿cómo medimos eso? ¿Es importante medirlo?)”, cuestiona El Espectador.
El texto pregunta si ser lesbiana es un crimen y apostilla que la inclinación sexual de las futbolistas no debería interesar a los dirigentes, y deja abierta otra pregunta: “¿Los futbolistas hombres del Tolima le deben reportar a su presidente con quién están teniendo sexo, en qué tipo de relación y bajo qué directrices morales?”.
Pero las críticas del diario —cargadas de feminismo— no son exclusivamente para el dirigente, sino también para “los hinchas del fútbol nacional […] que salieron a apoyarlo”, a quienes acusa de reproducir un mensaje de sumisión para las mujeres.
“Defender lo dicho por Camargo no solo demuestra preocupantes fallas lógicas en la hinchada del fútbol colombiano, sino una completa irresponsabilidad que puede ser muy dañina para el país”, sentencia el diario.
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