Contenido Patrocinado Nov 18, 2024 - 5:25 pm

Según se consigna en un documento oficial de la Alcaldía de este municipio, el nombre Tuchín proviene del cacique indígena Tuchizunga, líder de los pueblos zenúes. Fundado en 1826 por Manuel Talaigua Montalvo, Tuchín se convirtió oficialmente en municipio en 2007, aunque desde mucho antes ya era conocido por su artesanía, siendo el sombrero vueltiao su creación más famosa. No en vano, el 70% de su economía gira en torno a la producción artesanal, señaló la Universidad Pontificia Bolivariana.

Este sombrero, elaborado con caña flecha, ha sido declarado Patrimonio Cultural de la Nación desde 2004 y es símbolo de la diversidad y riqueza cultural colombiana. No solo es un accesorio, sino un emblema que ha sido lucido por personalidades como El Papa, detalló un blog de Davivienda.

En ese mismo blog, pudimos ver que Tuchín no solo es la cuna del tradicional sombrero vueltiao, sino que ahora se está convirtiendo en un modelo de inclusión financiera, desarrollo sostenible e innovación social. Gracias a un proyecto liderado por Davivienda y la Gobernación de Córdoba, esta comunidad indígena Zenú está experimentando una transformación económica que impacta tanto a sus habitantes como a su riqueza cultural y natural.

Ecosistema financiero renovado

En Tuchín, los tiempos han cambiado. Si bien los trueques ancestrales ya no forman parte de la vida diaria, el dinero en efectivo tampoco es la norma. La digitalización de 1,400 negocios artesanales y micronegocios ha modernizado el comercio local. Ahora, los residentes y visitantes pueden pagar con transferencias electrónicas, códigos QR y datáfonos, lo que facilita transacciones más seguras y rápidas. Esta evolución ha permitido que los sectores tradicionalmente desatendidos y alejados del sistema financiero, como los artesanos que tejen el sombrero vueltiao, accedan a nuevos mercados y oportunidades de crecimiento económico.

Pero esto no para aquí. En enero de 2023, solo 140 clientes de DaviPlata estaban registrados en Tuchín. Más del 55% de la población indigena zenú del corredor turístico ha sido bancarizada, y esto no solo ha impulsado la economía local, sino que también ha permitido una mayor conexión y participación en la vida financiera del país. Además, 732 jóvenes entre 14 y 18 años ya han sido bancarizados.

Respetando la historia Zenú: Educación financiera y sostenible

Un total de 2.700 estudiantes, el 30% de la población estudiantil del municipio, han participado en programas educativos sobre inclusión financiera y sostenibilidad ambiental. Esto ha creado una generación más consciente y preparada para enfrentar los desafíos económicos y ambientales del futuro.

Durante generaciones, los Zenúes han desarrollado conocimientos ancestrales sobre el uso sostenible de los recursos naturales, lo que les ha permitido no solo preservar sus ecosistemas locales, sino también asegurar la continuidad de su patrimonio cultural.

  1. Uso sostenible de los recursos naturales: Los artesanos de Tuchín practican un uso respetuoso de la naturaleza, utilizando materias primas renovables como fibras vegetales, madera, tintes naturales y arcilla para la producción de textiles, cestería, cerámica y otros productos. Este enfoque minimiza el impacto ambiental y fomenta la regeneración de los ecosistemas, siendo el sombrero vueltiao un símbolo de esa relación armónica con el entorno.
  2. Elaboración artesanal y biodiversidad: La artesanía tradicional de la región está profundamente vinculada a la diversidad biológica. Los sombreros vueltiaos, por ejemplo, dependen de la disponibilidad de fibras de plantas locales como la caña flecha. Estas actividades no solo aprovechan la biodiversidad, sino que también la celebran, inspirándose en la flora y fauna local para crear sus diseños únicos.
  3. Contribuciones a la economía verde: Los productos artesanales indígenas, como el sombrero vueltiao, tienen un valor económico significativo tanto en mercados locales como internacionales. Al promoverse como productos sostenibles, forman parte de una economía verde, que busca conservar los recursos naturales mientras genera ingresos de manera respetuosa con el medio ambiente. Además, el auge del turismo sostenible en Tuchín ha incrementado las oportunidades de ingreso para la comunidad, sin comprometer la biodiversidad que rodea su entorno.

Hablando de turismo, el proyecto de Davivienda ha vinculado a más de 5,000 personas en la ruta etnoturística, que incluye destinos como Lorica, San Antero, Moñitos y San Andrés de Sotavento. Este esfuerzo ha logrado integrar a 18,800 personas en un modelo de turismo que no solo es más competitivo, sino que también conserva la biodiversidad del territorio Zenú.

Iniciativas como la donación de señalética interpretativa, aseguran que los turistas no solo disfruten de la belleza de la región, sino que también comprendan y respeten la riqueza cultural de la comunidad Zenú. Esto fortalece una oferta turística sostenible y educativa, conectando a los visitantes con las tradiciones y el entorno natural de Tuchín.

Un modelo de progreso colaborativo

El éxito de este proyecto ha sido posible gracias al trabajo conjunto entre Davivienda, la Gobernación de Córdoba y los líderes del resguardo indígena Zenú. Esta colaboración ha asegurado que cada iniciativa respete y promueva las tradiciones culturales de la comunidad, mientras impulsa un desarrollo económico y social que mejora la calidad de vida en el territorio.

Desde los artesanos que cortan la caña flecha y cosen los sombreros, hasta los estudiantes que aprenden sobre finanzas y sostenibilidad, todos en Tuchín son parte de este ecosistema que está transformando su municipio en un lugar más próspero, incluyente y verde.

Aunque los resultados hasta ahora son impresionantes, Davivienda sigue trabajando para conectar a esta comunidad y mejorar su bienestar financiero, al tiempo que celebran y preservan la herencia cultural del pueblo Zenú.  Tuchín está demostrando que, más allá de tejer sombreros vueltiaos, puede tejer también un futuro lleno de oportunidades.