Cuál es el error más común al tender la cama y la delicada consecuencia por puro descuido

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Tiempo de lectura: 8 min

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Escrito por:  Óskar Ortiz
Actualizado: 2025-07-03 15:11:59

Una de las tareas que para muchos parece sencilla y que otros evitan en la vida diaria tiene detrás un detalle que es oportuno no pasar por alto.

Así como es sano revisar qué es mejor con 300 millones de pesos entre invertir en CDT o comprar casa, hay otros aspectos de la vida diaria que no deben quedar muy relegadas porque tiene un impacto notable.

Una de esas actividades que para muchos quedan en un plano muy lejano es la de tender la cama, hábito que no solo marca una manera de afrontar el comienzo del día sino que esconde factores claves.

Precisamente, por eso es oportuno identificar como una falla muy frecuente en esta simple tarea llega a desembocar en consecuencias que se convierten en auténticos dolores de cabeza.

¿Cuál es la mayor falla al tender una cama?

El error más común al tender la cama es, sin duda, no sacudir ni estirar adecuadamente las sábanas y cobijas antes de colocarlas y alisarlas. Mucha gente simplemente tira la ropa de cama sobre el colchón sin eliminar las arrugas ni asegurar que cada capa quede lisa y tensa. Esto lleva a un resultado final desordenado, con pliegues visibles y a la posibilidad de alérgenos, un delicado problema. Estas son algunas consecuencias:

  • Apariencia desordenada y anti-estética: la consecuencia más obvia. Una cama que no está bien tendida, con sábanas arrugadas y cobijas abultadas, transmite una sensación de desorden en toda la habitación. Esto puede afectar el ambiente general del dormitorio, haciéndolo menos acogedor y relajante. El objetivo de tender la cama es que se vea limpia y ordenada, y este error lo frustra completamente.
  • Acumulación de polvo y alérgenos: las arrugas y los pliegues en la ropa de cama crean pequeñas bolsas y superficies irregulares donde el polvo, las células muertas de la piel y los ácaros pueden acumularse con mayor facilidad. Una sábana bien estirada y tensa ofrece menos recovecos para estos alérgenos, contribuyendo a un ambiente más higiénico.
  • Menor durabilidad de la ropa de cama: el roce constante sobre las arrugas y los puntos de tensión desiguales puede provocar un desgaste prematuro de las fibras de las sábanas y cobijas. Estirarlas correctamente ayuda a distribuir la tensión de manera uniforme, prolongando su vida útil.
  • Menor confort al dormir (a largo plazo): aunque parezca menor, dormir en una cama donde las sábanas están constantemente arrugadas o agrupadas puede ser menos confortable. Los pliegues pueden sentirse bajo el cuerpo, interrumpiendo un sueño completamente liso y reparador.
  • Impacto psicológico menor pero existente: tender la cama es una pequeña victoria matutina que puede influir positivamente en el estado de ánimo. Al hacerla bien, se establece un tono de orden y productividad para el día. Un trabajo a medias, por el contrario, puede reforzar sutilmente una sensación de ‘tarea no completada’ o ‘descuido’. Charles Duhigg, en su libro ‘El poder de los hábitos’, sugiere que las pequeñas victorias (como tender la cama) pueden desencadenar cadenas de otros buenos hábitos. Un error en esta tarea inicial podría romper esa cadena.

¿Cuáles son los pasos para tender bien una cama?

Tender bien una cama es un pequeño hábito que puede marcar una gran diferencia en la apariencia de tu habitación y en tu bienestar general. Sigue estos pasos para lograr un resultado digno de un hotel:

  1. Retirar toda la ropa de cama: comenzar quitando todas las almohadas, cojines, cobijas, edredones y la sábana superior. Dejar solo la sábana bajera (la que cubre el colchón).
  2. Ajustar la sábana bajera: asegurarse de que la sábana bajera esté bien estirada y sin arrugas sobre el colchón. Si es ajustable, verificar que los elásticos estén bien metidos debajo del colchón en todas las esquinas. Si no es ajustable, estirarla firmemente y meterla bajo el colchón por todos los lados.
  3. Colocar y estirar la sábana superior (encimera): extender la sábana superior sobre la sábana bajera, asegurándose de que el lado “bonito” (si lo tiene) quede hacia abajo, ya que se doblará por el borde superior. Dejar un espacio uniforme en los tres lados (pies y ambos lados de la cama). Aquí viene el paso crucial para evitar el error más común y es sacudir la sábana vigorosamente para eliminar todas las arrugas antes de estirarla. Estirarla con firmeza, asegurándote de que no haya pliegues.
  4. Hacer las esquinas tipo ‘hospital’ (opcional pero recomendado): en los pies de la cama, tomar la sábana superior y meterla firmemente debajo del colchón. Luego, en una de las esquinas, levantar la sábana que sobresale, formando un triángulo. Meter la parte inferior de ese triángulo bajo el colchón. Finalmente, doblar el triángulo que queda sobre la cama y mételo también por debajo del colchón, creando una esquina limpia y definida. Repite en la otra esquina de los pies. Esto da un acabado muy pulcro.
  5. Cobijas o el edredón: extender la cobija o el edredón sobre la sábana superior, dejando un espacio de unos 15-20 centímetros desde la cabecera de la cama. Al igual que con las sábanas, sacudirlo y estirarlo bien para eliminar arrugas y asegurarse de que cuelgue uniformemente por los lados.
  6. Doblar la parte superior de la sábana y cobija: hacerlo en el borde superior de la sábana superior hacia abajo, por encima de la cobija o edredón. Esto crea una franja de color y diseño que le da un toque elegante.
  7. Almohadas y cojines: acomodar las almohadas en la cabecera. Si se usan fundas decorativas, asegurarse de que estén bien puestas. Organizar los cojines decorativos de la forma que más guste, generalmente de mayor a menor tamaño o en patrones simétricos.

¿Cómo tender las esquinas de la cama sin arrugar el resto?

La forma más fácil de tender las esquinas de la cama sin arrugar el resto, usando el truco de la ‘esquina de hospital’:

  1. Estirar sábana: primero, extender la sábana superior bien lisa sobre el colchón. Asegurarse de que cuelgue uniformemente por los lados y por los pies de la cama.
  2. Meter el extremo de los pies: ir a los pies de la cama y meter la sábana por debajo del colchón a lo largo de todo ese borde. Estirarla bien para que quede tensa.
  3. El truco del triángulo (lo más importante): ahora, pararse en una de las esquinas de los pies de la cama (por ejemplo, la derecha). Tomar la parte de la sábana que cuelga por el lateral y levantarla formando un triángulo. Imaginar que se está haciendo un pliegue diagonal desde la esquina hacia arriba. La parte de la sábana que queda por debajo de este triángulo debe seguir colgando recta.
  4. Meter la parte de abajo: mientras se sigue sosteniendo el triángulo que se acaba de formar con una mano, usar la otra mano para meter la parte de la sábana que quedó colgando justo debajo de ese triángulo por debajo del colchón. Hacerlo a lo largo del lateral de la cama, de forma lisa.
  5. Dejar caer y meter el triángulo: una vez que la parte de abajo está metida, simplemente dejar caer el triángulo que se estaba sosteniendo. Se verá cómo cae limpiamente sobre el lateral de la cama. Luego, meter también este triángulo por debajo del colchón y la esquina quedará perfecta, tensa y sin arrugas.
  6. Repetir en la otra esquina: ir al otro lado de los pies de la cama y repetir los pasos 3, 4 y 5.

 

 

*Este artículo fue escrito y curado por periodistas del equipo de redacción, con apoyo de una inteligencia artificial que utiliza ‘machine learning’ para producir texto.

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