Cuántos pares de zapatos es recomendable tener por salud: peligros entre pocos y demasiados

Hay expertos en calzado que tienen fijada su atención en la comercialización de sus productos, pero antes de pensar en apenas un par de zapatos favoritos o una cantidad excesiva, es útil tener en cuenta algunos detalles.

No existe un número exacto y universalmente acordado de pares de zapatos que una persona deba tener por salud, ya que la cifra ideal varía en función de su estilo de vida, actividades y la diversidad de su guardarropa.

Sin embargo, los podólogos y expertos en salud del pie coinciden en que es crucial tener al menos tres o cuatro pares de zapatos diferentes para mantener una buena higiene y salud podal.

¿Por qué es perjudicial utilizar el mismo par de zapatos todos los días?

La recomendación principal de tener al menos tres o cuatro pares de zapatos se basa en la necesidad de rotar el calzado. Usar el mismo todos los días es perjudicial por varias razones:

• Higiene y secado: los pies sudan, lo que crea un ambiente húmedo dentro del zapato. Usar el mismo par a diario no le da tiempo para secarse completamente. La humedad favorece el crecimiento de bacterias y hongos, que pueden causar infecciones como el pie de atleta y malos olores. Rotar el calzado permite que los zapatos se aireen y sequen por completo, mejorando la higiene.
• Prevención de lesiones: el uso repetitivo del mismo zapato, especialmente para actividades intensas como caminar o correr, puede ejercer presión constante en los mismos puntos del pie. Esto puede llevar a lesiones por sobreuso, ampollas, callosidades y fascitis plantar. Al rotar los zapatos, se distribuye el estrés y se usan músculos y articulaciones de manera diferente, previniendo la fatiga y el dolor.
• Vida útil del calzado: la rotación también ayuda a que el calzado mantenga su estructura y soporte por más tiempo. Las plantillas y la amortiguación necesitan tiempo para recuperar su forma original después de ser usadas.

Los pares esenciales recomendados para la salud son:

• Zapatos deportivos/zapatillas: un par específico para hacer ejercicio, caminar o correr, que ofrezca buen soporte y amortiguación.
• Zapatos casuales/de diario: un par cómodo para usar en el día a día, que no sean los mismos que se usan para hacer deporte.
• Zapatos formales/de vestir: un par para ocasiones especiales, que se use con menos frecuencia.

Así, la recomendación no se centra en la cantidad, sino en la rotación y la variedad para mantener la salud y la higiene de los pies.

¿Qué tan peligroso es tener demasiados zapatos para usar?

Tener una cantidad excesiva de zapatos, aunque pueda parecer un lujo o un hobby, puede tener consecuencias perjudiciales para la salud, la economía y el bienestar psicológico, especialmente si la colección es tan grande que impide la rotación adecuada o el uso regular del calzado.

Aunque la rotación de zapatos es beneficiosa para la salud podal, una colección desmedida puede tener el efecto contrario. Si un par de zapatos se usa con muy poca frecuencia y se almacena durante mucho tiempo, los materiales, especialmente la amortiguación y el soporte, pueden degradarse con el tiempo, incluso sin uso.

Cuando finalmente se usa, un zapato viejo o con una estructura comprometida puede no ofrecer el soporte necesario, lo que aumenta el riesgo de lesiones en el pie, como fascitis plantar, dolor de talón y dolor en el arco del pie. Además, un calzado que ya no está en óptimas condiciones puede alterar la forma de caminar y causar molestias.

El coleccionismo excesivo de calzado a menudo se relaciona con patrones de consumo compulsivo. Para algunas personas, la compra de nuevos pares puede convertirse en una adicción que afecta negativamente sus finanzas.

Este comportamiento puede ser un síntoma de un problema psicológico más profundo, y puede generar estrés, ansiedad o sentimientos de culpa. Mantener un equilibrio entre la necesidad, la salud y el bienestar económico es fundamental para evitar caer en este tipo de conductas.