BOG25: Bogotá y Ciudad de México se unen para repensar la felicidad, la memoria y la resistencia a través del arte
Bogotá cuenta con un espacio de información muy completo donde la ciudadanía, residentes y extranjeros pueden consultar la información que les interesa sobre Bogotá, su historia, sus localidades, la gestión y principales noticias de la Administración Distrital.
Visitar sitioBOG25 une a Ciudad de México y Bogotá en torno a arte, memoria e identidad latinoamericana. ¿Qué sorpresas traerá?
La Bienal Internacional de Arte y Ciudad BOG25, programada para realizarse entre el 20 de septiembre y el 9 de noviembre de 2025 en Bogotá, destaca este año por elegir a Ciudad de México como ciudad invitada de honor. Esta colaboración, según la programación oficial de BOG25, resalta la herencia común y los lazos históricos entre ambas capitales latinoamericanas, enmarcando el evento en la celebración de los 700 años de la fundación de Tenochtitlan, lo que añade una dimensión simbólica de memoria y reconocimiento mutuo. La convocatoria, gratuita y abierta a todo el público, constituye un espacio donde convergen diversas expresiones del arte contemporáneo, funcionando como una plataforma para reafirmar los vínculos binacionales a través de la cultura.
Más allá de una exhibición de obras, BOG25 funciona como un foro interdisciplinario donde se discuten temas sociales, culturales y políticos actuales. Bajo la curaduría titulada “Ensayos sobre la Felicidad”, la bienal presenta propuestas de artistas de Ciudad de México que, según BOG25, exploran conceptos de identidad, procesos sociales y memoria colectiva desde perspectivas innovadoras. Entre ellos, Pia Camil, Jorge Méndez Blake y Naomí Rincón Gallardo emplean estrategias que dialogan de forma sensible con los asistentes, permitiendo pensar la ciudad y sus dinámicas desde nuevas ópticas.
Un claro ejemplo de estas búsquedas es el proyecto ‘Nidos de lectura’ de Yunuen Díaz, que utiliza chusque —un tipo de carrizo colombiano— para construir espacios de lectura pública. Estos nidos constituyen puntos de encuentro donde se difunden voces de escritoras de ambas ciudades, proponiendo la literatura femenina como puente cultural y detonante de conversación e integración urbana. Como señalan estudios publicados en el Journal of Urban Culture, este tipo de intervenciones artísticas contribuye de manera significativa al fortalecimiento del sentido de pertenencia y la cohesión social en entornos urbanos.
El arte feminista también encuentra espacio en BOG25 con la obra de Mónica Mayer, ‘Soy tan, pero tan vieja’, que enfrenta los estigmas sobre el envejecimiento femenino. A través de una instalación pública y actividades participativas iniciadas desde 2018, Mayer abre debates sobre género, edad y colectividad, validando —de acuerdo con el análisis del Arte y Sociedad— la capacidad del arte para transformar imaginarios y generar diálogo social.
Otro aporte notorio lo hace Amaranta Almaraz, quien, inspirándose en la simbología indígena y la conexión con la naturaleza, propone esculturas textiles que relacionan bienestar y tradición ancestral, situadas en la Plaza Cultural La Santamaría. Esta pieza refuerza la relevancia de los saberes originarios en la búsqueda del bienestar colectivo, un aspecto resaltado también en investigaciones antropológicas como las de la Revista Latinoamericana de Antropología.
Por su parte, Ali Gua Gua propone ‘Cumbia Ciudad’, un evento que entrelaza cumbia, música electrónica y la participación de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, mostrando la diversidad y riqueza musical mexicana. Tal fusión de lenguajes musicales, como destaca Ethnomusicology Review, es fundamental para la preservación e innovación sonora en los contextos urbanos contemporáneos.
Finalmente, el mural “Camino del oro sagrado” de Pilar Cárdenas (FUSCA) vincula técnicas mixtas y pigmentos minerales para intervenir el espacio público, insertando el muralismo dentro de prácticas de resistencia y memoria histórica. Este enfoque, según Estudios Visuales Latinoamericanos, contribuye a resignificar colectivamente los espacios comunes, subrayando el arte como herramienta para la transformación cultural.
En suma, la participación de Ciudad de México en BOG25 evidencia cómo el intercambio cultural y el arte contemporáneo pueden abrir diálogos en torno a la identidad, la memoria, el género, la naturaleza y la resistencia. La bienal reafirma su función como espacio crítico y experimental, relevante tanto para Bogotá como para sus visitantes internacionales.
¿Cuál es el objetivo principal de la curaduría “Ensayos sobre la Felicidad” en BOG25? La pregunta surge ante el interés por entender cómo se organiza y define el enfoque de la bienal. La curaduría “Ensayos sobre la Felicidad” representa la selección conceptual de obras y artistas que exploran temáticas de identidad, memoria y procesos sociales desde una perspectiva contemporánea, según la programación oficial de BOG25. Comprender sus metas ayuda a identificar la intencionalidad de las propuestas exhibidas y el mensaje que buscan transmitir a la sociedad. Esta curaduría funge como un laboratorio de ideas donde el arte contemporáneo se convierte en pretexto para dialogar y replantear las nociones colectivas de felicidad y convivencia en la ciudad.
¿Qué papel cumple el muralismo como forma de resistencia social en BOG25? Esta pregunta atiende a la relevancia del arte público y colectivo en el contexto de una bienal que busca intervenir la ciudad. El mural realizado por Pilar Cárdenas (FUSCA) ejemplifica cómo el muralismo trasciende la función decorativa y se posiciona como herramienta de construcción y resignificación de la memoria urbana. Según Estudios Visuales Latinoamericanos, al emplear técnicas ancestrales y símbolos culturales, el muralismo en BOG25 estimula la apropiación del espacio público y revitaliza tradiciones de arte comunitario que históricamente han servido de resistencia y cohesión social en Latinoamérica.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
Temas Relacionados:
Recomendados en Vivir Bien
Te puede interesar
Sigue leyendo