Papá de Valeria Afanador hace revelación sobre lo que había "detrás de la malla"

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Manuel Afanador dio detalles del día de la desaparición de su hija y los cambios previos en el colegio. Contó también qué hizo la familia luego de la tragedia.

El 29 de agosto, tras 18 días de búsqueda, fue hallado el cuerpo sin vida de Valeria Afanador Cárdenas en el río Frío, a unos 300 metros del colegio Gimnasio Campestre Los Laureles, en Cajicá, Cundinamarca. La niña de 10 años había desaparecido el 12 de agosto en medio del receso escolar. Hoy, 24 de septiembre, han pasado 26 días desde aquel hallazgo que conmocionó al país y que sigue sin resolverse. Lo que comenzó como una desaparición en un colegio terminó convertido en un caso que involucra a las autoridades educativas, a la Fiscalía General de la Nación y a los padres de la menor, que reclaman explicaciones y acceso a las pruebas.

(Vea también: Las dos hipótesis que se siguen en caso de Valeria Afanador: colegio tomó una nueva medida)

El día de la desaparición, Valeria fue vista por última vez tras recibir un balón del profesor de educación física. Según los testimonios, la menor se dirigió hacia la zona deportiva y, aunque una profesora intentó que permaneciera en el comedor, ella prefirió apartarse. Pasado el descanso, alrededor de las 10 de la mañana, Valeria no regresó al aula. Los docentes iniciaron una búsqueda interna que se extendió por casi tres horas antes de avisar a los padres y a las autoridades. Ese lapso ha sido objeto de múltiples cuestionamientos que incluyeron a la Defensoría del Pueblo, entidad que concluyó en un informe que se trató de un tiempo crucial en el que pudieron haberse activado controles en entradas y salidas del municipio.

Videos de seguridad recuperados posteriormente muestran a la niña deambulando varias veces cerca de una cerca viva que rodeaba el plantel, entrando y saliendo de los arbustos hasta siete veces, antes de desaparecer definitivamente. El 29 de agosto, su cuerpo fue hallado en una zona que ya había sido inspeccionada y Medicina Legal determinó que murió un día cercano al de su desaparición por sumersión, sin señales de violencia ni alteraciones en su ropa.

Nuevas revelaciones del padre de Valeria: así fue su búsqueda

En entrevista con el programa ‘En Aguas Profundas’ de Caracol Televisión, conducido por la periodista María Elvira Arango, Manuel Afanador, padre de Valeria, entregó un relato detallado de los momentos posteriores a la desaparición de su hija. Según narró, lo primero que hizo al enterarse de la noticia, sobre las 12:50 p. m., fue dirigirse de inmediato al colegio y lanzarse al río Frío para buscarla personalmente. “Duré 32 minutos sumergido”, dijo, recordando que en ese instante, tras hacer una búsqueda de al menos 15 metros al perímetro dentro del agua, le aseguró a su esposa que la niña no había estado en ese lugar. “La niña no está ahí. Ella, si se hubiera caído, no pasaba de acá y ya la busqué, no está acá. No era profundo, no era. Sí, es un río fangoso con muchas algas, pero claramente la sombra ahí va a haber”, puntualizó.

Durante los días posteriores, recorrió el afluente diariamente. Allí reafirmó la hipótesis que lo ha acompañado desde entonces: que a su hija “la asesinaron”. Pese a los esfuerzos de bomberos, la Policía, el Ejército, la Cruz Roja y la Defensa Civil, no había rastro de la menor. Afanador recordó que desde el segundo día de búsqueda ya se realizaban recorridos en botes y se habían desplegado todos los recursos disponibles, incluyendo a buzos profesionales, pero “por ningún lado estaba la chiquita. Todos los días, desde ese mismo día, empezaron a hacer recorridos en botes. Yo mismo me subí a los botes”.

El padre también se refirió a la vida escolar de Valeria el año anterior, describiéndolo como un periodo positivo en el que una profesora estaba siempre pendiente de ella, los acompañaba y mantenía una comunicación cercana con la familia. Esa docente, relató, recibía a la niña de la mano y se aseguraba de entregarla en las mismas condiciones. En ese entonces, aseguró, el acompañamiento estaba bien estructurado y Valeria disfrutaba asistir al colegio.

Ese contexto, explicó, cambió este año. Según su testimonio, hubo modificaciones en la directiva y el ambiente no era el mismo. Señaló que incluso los compañeros de clase manifestaban que eran ellos quienes cuidaban de Valeria, a pesar de ser también menores de edad. “Es triste saber que realmente el colegio descuidó totalmente a la niña”, expresó, contrastando la experiencia de los años anteriores con lo ocurrido en 2025.

Sin embargo, preciso que, previo a que sucediera la desaparición, “nunca vimos cambios en sus comportamientos, cambios en sus patrones, en sus dibujos, jamás” Afanador relató en el programa que, de hecho, el 12 de agosto la jornada comenzó como cualquier otra. La niña desayunó, salió al colegio junto con sus hermanos y se despidió con un beso y un abrazo. Todo parecía transcurrir con normalidad hasta que, cerca de la 12:40 del mediodía, su esposa lo llamó para informarle que desde la institución educativa le habían dicho que Valeria no aparecía. Diez minutos después, ella llegó al colegio y le confirmó que la niña no estaba.

El padre destacó las dificultades que representaba la estructura física del colegio. Habló de una malla electrosoldada con huecos poco visibles desde afuera, lo que en su opinión hacía improbable que Valeria hubiera salido sola. “Ella no iba a pasar sola por debajo de una malla donde le iba a tocar hacer esfuerzo, no iba a pasar por debajo sin hacerse un rasguño, sin rasparse, sin romperse el saco, sin que se le quedara un zapato, que se le enredara el pelito la moña”, afirmó. Para él, en ese lugar había intervención de alguien más.

El testimonio incluyó un cuestionamiento fuerte hacia la institución: “No entendemos en qué momento entregamos a nuestra hija en la puerta de un colegio y la recogimos en una morgue”. La familia, aseguró, no tenía enemigos, deudas ni antecedentes de amenazas. Sin embargo, tras la tragedia y por temor a represalias, decidieron abandonar la ciudad junto con sus hijos:

“(Los hermanos) salieron del colegio. Tuvimos que salir de la ciudad por miedo. Para mí, Valeria la asesinaron. Estamos hablando de un homicidio agravado y no sabemos qué hay detrás. Por mi lado no he tenido amenazas, nunca he tenido problemas. Yo soy una persona supremamente trabajadora, que no tengo problemas, no tengo dinero, nunca recibí una extorsión, pero no sabemos qué problemas tengan personas del colegio. Entonces, el miedo a que nos hagan algo, pues estamos por fuera de la ciudad tratando de rehacer una vida que se rompió”, expresó.

Finalmente, el padre insistió en que detrás de la desaparición no estuvo solo la omisión del colegio, sino una acción directa. “Había algo atrás, detrás de la malla había una persona. Es que Valeria no se iba a salir sola”, concluyó en la entrevista.

Las dos hipótesis que maneja la Fiscalía: abogado explica

La investigación penal se mantiene abierta y, a casi un mes del hallazgo del cuerpo de Valeria, la Fiscalía General de la Nación informó que trabaja sobre dos líneas principales. Según explicó el abogado de la familia, Julián Quintana, tras una reunión con el ente acusador el pasado 22 de septiembre, se contemplan tanto las omisiones del colegio como la eventual intervención de un tercero en los hechos. “La primera, la responsabilidad de los empleados y de la rectora del colegio, en este caso, por las graves omisiones; y la segunda, que fueron muy enfáticos, un tercero en el lugar de los hechos que haya sido la persona también que produjo el deceso, la muerte, el homicidio de Valeria”, señaló en declaraciones a Red+ y otros medios.

La primera hipótesis se enfoca en las fallas de supervisión durante el recreo. La profesora encargada de vigilar a la niña declaró que trató de que permaneciera en el comedor, pero al ver que se alejaba, atendió a otros estudiantes y perdió su rastro. El profesor de educación física, quien le había entregado el balón minutos antes, también fue citado a declarar. La rectora Sonia Inés Ochoa, por su parte, fue requerida para entregar documentación sobre la trayectoria escolar de Valeria y protocolos internos de acompañamiento.

La segunda hipótesis gira en torno a la posibilidad de que alguien externo estuviera involucrado. Aunque Medicina Legal concluyó que la causa de muerte fue sumersión sin señales de violencia, la investigación busca esclarecer cómo la menor salió del colegio y si pudo ser inducida o acompañada. Las grabaciones de seguridad muestran su movimiento alrededor de la cerca viva, lo que alimenta esta línea de indagación.

(Lea también: Surge situación en caso de Valeria Afanador por radical medida de su familia contra Fiscalía)

En este proceso, la familia Afanador interpuso una acción de tutela alegando falta de acceso a las pruebas recopiladas. Según el documento, pedían copias de videos de seguridad, registros de llamadas, elementos personales y dibujos escolares, además de información sobre las personas presentes el día de la desaparición. Quintana indicó que había malestar por no haber recibido el expediente completo. Tras la audiencia del 22 de septiembre, la Fiscalía se comprometió a entregarlo en su totalidad, lo que llevó a la familia a considerar el retiro del recurso.

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