Destapan cuál fue la empresa que fumigó hotel de San Andrés en el que murió familia bogotana
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El país se estremeció con el fallecimiento de la familia Martínez Canro. Los dos padres y su niño de 4 años murieron en la habitación en la que se hospedaban.
Tres miembros de la familia Martínez Canro, incluyendo un niño de 4 años, fueron encontrados muertos en la habitación 404 del hotel Portobelo Convention en San Andrés.
Una de las principales hipótesis de las autoridades es que su muerte está relacionada con una fumigación realizada días antes en el establecimiento por la empresa Livingston & Company E.U., detalló El Tiempo.
(Vea también: Dan a conocer otro audio de familia muerta en hotel de San Andrés y confirma drama con niño).
La gerencia del hotel confirmó que radicó un derecho de petición a la firma fumigadora solicitando detalles del proceso realizado, incluyendo fichas técnicas de los químicos usados y la identificación de los empleados que lo ejecutaron.
La empresa fue constituida en 2007 en San Andrés y tiene como representante legal a Lourdes Isabel Chaves de Livingston, una comerciante originaria de Tamalameque (Cesar), y como único socio a su esposo, Arturo Rodrigo Livingston Williams.
La firma ha tenido contratos con entidades públicas como la Contraloría de San Andrés, instituciones educativas como el Técnico Industrial y el Flowers Hill Bilingual School, entre 2018 y 2020.
Pese a los intentos de contacto de El Tiempo, la representante legal colgó la llamada y el socio no respondió mensajes. Las autoridades consideran clave la información de estos empresarios para esclarecer las causas de la tragedia.
Qué dijo hotel en el que murió familia bogotana en San Andrés
Según el Hotel Portobelo Convention, donde se alojaba la familia, la habitación fue fumigada días antes de su llegada por la empresa Livingston & Company E.U., lo que abrió una línea de investigación relacionada con posibles intoxicaciones.
La familia había solicitado cambiarse de cuarto por un fuerte olor, pero el hotel negó el cambio por alta ocupación. Posteriormente, murieron en la habitación asignada.
El establecimiento aclaró que hubo dos reservas distintas: una en marzo de 2025 para los padres de Viviana Canro en el edificio Toné II, y otra en octubre de 2024 para ella, su esposo y su hijo en el Portobelo Convention, aunque según familiares de las víctimas, todos estaban alojados inicialmente en Toné II.
Ante la emergencia, el hotel suspendió operaciones en el piso afectado y pidió a la firma fumigadora un informe completo del procedimiento, incluyendo químicos usados y personal involucrado. La familia había viajado para celebrar el Día del Padre, y el contrato de hospedaje ascendía a $7.835.000 para cinco personas en dos hoteles diferentes.
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