"Quiere ser gestor de paz": insólito deseo de padre que disparó a hija de 3 años en Bogotá

Un desafortunado incidente sacudió el barrio San Joaquín de Ciudad Bolívar, en el sur de Bogotá, cuando un padre, mientras jugaba con su hija de tres años en la calle, disparó accidentalmente su arma traumática, hiriendo a la menor en una de sus piernas.

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El hecho quedó registrado en las cámaras de seguridad del sector, captando el dramático momento. El incidente ocurrió cuando el padre, llevando el arma en el bolsillo del pantalón, decidió jugar con su hija en medio de la vía pública. Mientras se encontraban en el suelo, el arma se disparó. Inmediatamente después del impacto, la tía de la niña intervino rápidamente, cargando a la menor en sus brazos y buscando asistencia médica, según muestran las imágenes del video de vigilancia.

Cómo sigue la niña que recibió disparo de su padre en Bogotá

La niña fue transportada de emergencia al Hospital de Meissen, donde recibió atención médica. Según reportes de Blu Radio, a la fecha del incidente, la pequeña estaba bajo cuidados médicos y su condición era atendida de manera prioritaria.

Una tía de la menor, que presenció el evento, detalló que momentos antes del incidente, el padre había salido a buscar a la madre de la niña, sin éxito. Despechado, optó por jugar en la calle, momento en el cual sucedió el disparo. Este testimonio agrega otro nivel de complejidad al caso, ya que la misma tía insinuó que el padre había proferido amenazas hacia la madre de la niña en el pasado, especialmente cuando estaba bajo los efectos del alcohol.

“Ya nos ha amenazado con anterioridad. Tenemos miedo porque está libre; no le aplicaron medidas restrictivas y suele hacer amenazas cuando llega borracho al barrio”, explicó alarmada la familiar en una entrevista.

Además, los parientes de la menor piden ayuda a un abogado para que los oriente en la radiación de una denuncia, pues dicen en Noticias Caracol que el hombre “se escuda” diciendo que “es gestor de paz”.

La familiar también señaló que la niña, traumatizada por el evento, ya no se refiere a su padre afectuosamente, sino que lo llama “ese señor que me puso una bomba en el pie”, expresando así su miedo y confusión.