Venezuela denuncia ante la FAO intercepción de un buque pesquero por parte de EE. UU.
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Visitar sitioEl Gobierno venezolano anunció este 17 de septiembre que presentó una denuncia ante la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) por lo que calificó como la “ilegal intercepción” de un barco pesquero de su país por parte de la Armada de Estados Unidos. La denuncia llega en medio de la escalada de tensiones en el Caribe tras el despliegue naval de Washington, que justifica con la lucha contra el narcotráfico, mientras apunta de forma directa a la presunta implicación de la Administración de Nicolás Maduro.
El Gobierno venezolano anunció este 17 de septiembre que presentó una denuncia ante la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) por lo que calificó como la “ilegal intercepción” de un barco pesquero de su país por parte de la Armada de Estados Unidos. La denuncia llega en medio de la escalada de tensiones en el Caribe tras el despliegue naval de Washington, que justifica con la lucha contra el narcotráfico, mientras apunta de forma directa a la presunta implicación de la Administración de Nicolás Maduro.
La vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, informó que la queja también fue remitida a otros siete organismos internacionales vinculados con la actividad pesquera, en los que Caracas busca respaldo frente a lo que considera una “grave violación a la soberanía nacional”.
Según el comunicado oficial, el pasado 12 de septiembre el buque pesquero Carmen Rosa fue abordado por el destructor USS Jason Dunham (DDG-109) a unas 48 millas náuticas al noreste de la isla Blanquilla, en aguas correspondientes a la Zona Económica Exclusiva de Venezuela.
Rodríguez denunció que dieciocho militares estadounidenses, armados con fusiles, ocuparon la embarcación durante ocho horas, restringiendo la libertad de la tripulación e interrumpiendo una faena autorizada de pesca de atún.
“El buque destructor estadounidense en referencia se encontraba equipado con armamento de guerra, incluidos potentes misiles de crucero, siendo tripulado por efectivos militares altamente entrenados (…) Los pescadores no transportaban armas de ninguna naturaleza”, aseguró la vicepresidenta venezolana.
La funcionaria calificó de “desproporcionado” el uso de un buque misilístico contra una embarcación civil y reclamó a los organismos internacionales un pronunciamiento de condena, al advertir que este tipo de acciones afectan directamente la actividad económica de la pesca.
Por su parte, el presidente Nicolás Maduro se refirió al hecho como un “bochorno” y un “secuestro” por parte de la Armada estadounidense.
El incidente ocurre en un contexto de mayor presencia militar de Estados Unidos en aguas del Caribe, bajo el argumento de operaciones contra el narcotráfico, lo que ha generado nuevas tensiones entre Washington y Caracas.
Cronología de la escalada de tensiones EE. UU.-Venezuela
Desde que Estados Unidos anunció el despliegue de buques de guerra- hace casi un mes-cerca a las costas venezolanas la preocupación no ha dejado de crecer en Caracas.
Las alertas se prendieron el 19 de agosto, cuando Washington confirmó un despliegue inicial de al menos tres buques destructores, con alrededor de 4.500 soldados a bordo, incluidos 2.200 infantes de marina, en aguas cercanas a las costas venezolanas.
Y, posteriormente, el 26 de agosto, Trump ordenó un mayor despliegue de buques al sur del Caribe: el USS Lake Erie, un crucero de misiles guiados, y el USS Newport News. Desde entonces, al menos siete buques de guerra estadounidenses, junto con un submarino de ataque rápido de propulsión nuclear, se encuentran en la región, según señaló un funcionario estadounidense, que habló bajo condición de anonimato con la agencia de noticias Reuters.
Pero EE. UU. fue más allá cuando pasó al ataque en la región: el pasado 2 de septiembre el mandatario Donald Trump sorprendió al mundo cuando aseguró que sus fuerzas atacaron una embarcación procedente de Venezuela, que presuntamente transportaba droga hacia territorio estadounidense. Según el republicano, “11 terroristas” del Tren de Aragua murieron.
El 15 de septiembre las fricciones volvieron a aumentar, cuando el líder de la Casa Blanca informó sobre una nueva embestida en “aguas internacionales” contra “narcoterroristas venezolanos”, una operación en la que murieron tres personas, según señaló.
Estados Unidos justifica las acciones con la lucha contra el tráfico de drogas hacia su país después de calificar a la banda delictiva de origen venezolano Tren de Aragua y al llamado Cartel de los Soles como “organizaciones terroristas”, mientras vincula este último al Gobierno de Nicolás Maduro. Caracas siempre ha negado esas acusaciones.
Este tipo de acciones es cuestionada por algunos gobiernos de la región, como Colombia, y más recientemente por expertos de la ONU que, el martes 16 de septiembre, los tildaron de “ejecuciones extrajudiciales”.
Pero Washington no retrocede en su retórica ni en sus ofensivas, por el contrario, apuesta por elevarlas. El martes, Trump señaló que en realidad van tres embarcaciones atacadas en la zona, más allá de las dos que habían sido confirmadas de forma oficial, y el jefe del FBI, Kash Patel, pidió para las organizaciones de narcotráfico un trato similar al que tuvo Al Qaeda, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
“Debemos tratarlos como a los Al Qaedas del mundo”, declaró Patel en una audiencia en el Senado.
De hecho, la decisión de volar buques sospechosos de transportar drogas en lugar de incautarlos y detener a sus tripulaciones es inusual y evoca recuerdos de la lucha estadounidense contra grupos extremistas como Al Qaeda.
Mientras tanto, la Administración Trump sigue proporcionando escasa información sobre estos asaltos, pese a las exigencias de los miembros del Congreso para que el Gobierno argumente esas acciones.
Con Reuters y EFE
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