COVID-19 da de baja a peligroso capo mexicano en pleno centro carcelario

Moisés Escamilla (alias ‘El Gordo May’), cabecilla del cártel de Los Zetas, falleció el viernes pasado en la prisión de Puente Grande, en el estado de Jalisco.

De acuerdo con la Secretaría de Salud de esa región, Escamilla murió en el área médica del centro de reclusión dos días después de haber desarrollado graves problemas respiratorios producto del virus, indicó el diario Milenio.

El rotativo mexicano, de igual manera, aseguró que alias ‘El Gordo May’, quien tenía 45 años de edad, no presentaba ninguna patología preexistente que comprometiera su sistema inmunológico.

Este fin de semana, por otro lado, también falleció un guardián debido al coronavirus. Según la entidad sanitaria, en la cárcel de Puente Grande se han registrado un total de 74 casos de contagio confirmados (entre presos y funcionarios), señaló Infobae.

Escamilla, que llevaba más de una década recluido, fue condenado en agosto de 2008 a 37 años de prisión luego ser hallado culpable de delincuencia organizada, porte ilegal de armas de fuego y decapitar a 12 personas en Cancún, agregó el medio argentino.

Además de ser uno de los asesinos más despiadados de la organización criminal, el portal de noticias afirmó que ‘El Gordo May’ era el encargado de la distribución de la cocaína en el estado de Quintana Roo, en la península de Yucatán.

Hasta el momento, en México se reportan 3.465 muertes relacionadas con el virus y 35.022 contagiados diagnosticados, siendo uno de los países más afectados por la pandemia del COVID-19 en toda América Latina.