Socialistas y ecologistas se van de Matignon con "las manos vacías" tras reunirse con Lecornu

Mundo
Tiempo de lectura: 5 min
por: 

France 24 la componen cuatro cadenas mundiales de información continua (en francés, árabe, inglés y español), que emiten las 24/7 en 355 millones de hogares en los 5 continentes. France 24 cuenta con 61,2 millones de telespectadores semanales (medición realizada en 67 países de los 183 en los que se emite al menos una de las cadenas) y es el primer canal internacional de noticias en el Magreb y en África francófona. Su redacción, compuesta de 430 periodistas con más de 35 nacionalidades distintas, ofrece desde París un enfoque francés sobre el mundo y se apoya en una red de 160 corresponsalías que cubren prácticamente la totalidad de los países del mundo.

Visitar sitio

Tras haber recibido la semana pasada a los miembros del “bloque común”, el primer ministro Sébastien Lecornu se reunió este miércoles con el Partido Socialista, Los Ecologistas, el Partido Comunista y Agrupación Nacional. Su objetivo: encontrar compromisos para elaborar un presupuesto y formar su gobierno. Al salir de Matignon, socialistas y ecologistas expresaron su decepción y mantuvieron la amenaza de una moción de censura.

Tras haber recibido la semana pasada a los miembros del “bloque común”, el primer ministro Sébastien Lecornu se reunió este miércoles con el Partido Socialista, Los Ecologistas, el Partido Comunista y Agrupación Nacional. Su objetivo: encontrar compromisos para elaborar un presupuesto y formar su gobierno. Al salir de Matignon, socialistas y ecologistas expresaron su decepción y mantuvieron la amenaza de una moción de censura.

Las negociaciones comienzan en un clima de incertidumbre política. Lecornu recibió a sus opositores en vísperas de una importante jornada de movilización social, con poco margen de maniobra ante las líneas rojas que ellos imponen y la amenaza de censura.

El primer ministro ya había dialogado la semana pasada con los responsables del “bloque común” de la derecha y el centro, así como con sindicatos y patronales.

Este miércoles fue el turno de los dirigentes de izquierda —salvo Francia Insumisa, que rechazó la invitación— y de Agrupación Nacional. Los socialistas fueron los primeros en ser recibidos, a las 9:30, y salieron “con hambre de respuestas”.

“Por ahora nos hemos quedado con las manos vacías y veremos qué nos dice en los próximos días”, declaró el primer secretario del PS, tras una reunión de casi dos horas.

“Nosotros no buscamos la censura, ni la disolución, ni la destitución; queremos que los franceses sean escuchados”, añadió Faure. Pero advirtió que, si el Gobierno retoma el proyecto de presupuesto de François Bayrou, “las mismas causas producirán los mismos efectos y presentaremos una censura desde la (declaración) de política general”.

La líder ecologista Marine Tondelier coincidió: “No hemos tenido respuestas muy claras”. Y la jefa de los diputados verdes, Cyrielle Chatelain, completó: “O Sébastien Lecornu da un giro total, o será derrocado”.

Presión de las calles

Bayrou había conseguido en 2025 la indulgencia socialista sobre el presupuesto al abrir un “cónclave” sobre la reforma de las pensiones, que terminó en fracaso. Luego presentó a mediados de julio un severo plan de ajuste de las finanzas públicas que indignó a toda la oposición.

Estos encuentros ocurren bajo la presión de una movilización masiva prevista para el jueves, comparable a las protestas contra la reforma de las pensiones de 2023. Los sindicatos denuncian especialmente las medidas presupuestarias “brutales” de Bayrou.

Antes de iniciar las discusiones, Lecornu realizó varios gestos hacia la izquierda y la opinión pública: retiró la impopular propuesta de suprimir dos días festivos y prometió no reabrir el debate sobre las pensiones. También dedicó su primer desplazamiento oficial al acceso a la salud y anunció la eliminación, desde el próximo año, de los últimos privilegios concedidos a ex primeros ministros.

Los socialistas, sin embargo, fijaron sus condiciones desde el domingo. Consideran que el plan Bayrou “no debe servir de base de discusión”, mientras Lecornu pretende usarlo como punto de partida y luego someter a los parlamentarios a la responsabilidad de enmendarlo.

Promesa de “ruptura”

El miércoles por la mañana, los socialistas llegaron con una encuesta de Ifop que muestra que los franceses, sin importar su tendencia política, apoyan las medidas propuestas por el PS.

Entre ellas destaca la creación de un impuesto del 2 % a los patrimonios superiores a 100 millones de euros —la llamada tasa Zucman, que agita el debate presupuestario—, respaldada por el 86 % de los encuestados, incluidos el 92 % de los simpatizantes del oficialista Renacimiento y el 89 % de los de Los Republicanos.

El primer ministro ya ha cerrado la puerta a este impuesto, aunque reconoció que existen “preguntas de justicia fiscal”.

“La tasa Zucman es una tontería, pero la aplicarán de todos modos porque eso les permitirá conseguir un acuerdo de no censura con la izquierda”, predijo el martes Marine Le Pen, sin descartar una contribución mayor de los más ricos.

“Si la ruptura consiste en un retorno a las raíces socialistas del macronismo, eso va en contra de la aspiración mayoritaria del país”, advirtió también la jefa de los diputados del RN, que debía acudir a Matignon junto a Jordan Bardella.

El líder de los diputados republicanos, Laurent Wauquiez, hizo eco de esa preocupación al denunciar “la presión del PS”, temiendo que en el presupuesto “no quede nada sobre inmigración, seguridad o asistencialismo”.

Otro punto clave de las discusiones es el nivel de recorte del gasto. La presidenta de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet, llamó el domingo a buscar un acuerdo en torno a 35-36 mil millones de euros en ahorros, menos que los 44 mil millones propuestos inicialmente por Bayrou, pero más que los 21,7 mil millones defendidos por el PS.

Este artículo fue adaptado de su versión original en francés.

Temas Relacionados:

Te puede interesar

Sigue leyendo