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La legendaria banda argentina ha regresado a los escenarios y Bogotá será testigo de un concierto que promete poner la piel de gallina a varias generaciones.
Cuando el Festival Cordillera 2025 anunció que Serú Girán sería parte de su cartel, la reacción en redes sociales fue inmediata: euforia, lágrimas de alegría y hasta incredulidad. No es para menos: la banda compuesta por Charly García, Pedro Aznar, David Lebón y el fallecido Oscar Moro es considerada uno de los pilares del rock en español.
(Vea también: ¿Se agotan las bandas para Cordillera? El cartel de 2025 demuestra que el festival va para largo)
Para los fanáticos que crecieron con su música (unas cinco, por lo menos), esta es una oportunidad de cerrar un ciclo; para los jóvenes que los descubrieron en plataformas de ‘streaming’, es la posibilidad de ver en vivo a una agrupación que parecía reservada a los libros de historia.
El regreso de Serú Girán no es un simple concierto: es la materialización de un sueño colectivo. Es revivir una época en la que la música fue refugio frente a la censura y en la que las canciones eran cartas abiertas de resistencia, y en Sudamérica, atavesada por la cordillera, sí que sabemos de eso.
Serú Girán nació en Buenos Aires en 1978, en plena dictadura militar, y desde entonces se convirtió en un faro para quienes buscaban libertad y arte en medio de la represión. Himnos como ‘Canción de Alicia en el país’ y ‘Desarma y sangra’ fueron composiciones de una generación que no podía hablar abiertamente, pero sí cantar.
Por eso, verlos en el escenario del Cordillera no es solo entretenimiento: es un acto de memoria y de conexión con el pasado reciente de América Latina. La música de Serú Girán es sofisticada, con arreglos de jazz, rock progresivo y letras poéticas que mantienen su vigencia décadas después.
El público bogotano tendrá la posibilidad de experimentar esa mezcla de virtuosismo y emoción en un evento que promete ser uno de los puntos más altos del festival. La química entre Pedro Aznar y David Lebón garantiza una experiencia que pondrá la piel de gallina.
Si va a asistir al Festival Cordillera, vale la pena hacer la tarea y escuchar los clásicos que —ojalá— estén en el repertorio:
Estas piezas (y las que no aparecen acá) son un viaje emocional que recorre amor, crítica social, esperanza y desgarro. Cantar estas canciones en el Parque Simón Bolívar, rodeado de miles de personas, será una experiencia que conectará a varias generaciones en un mismo sentimiento.
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El Festival Cordillera se ha consolidado como el lugar en el que las leyendas del continente y los artistas emergentes comparten escenario. En ediciones anteriores, ya se han visto momentos históricos con bandas como Café Tacvba, Los Fabulosos Cadillacs y Caifanes.
La llegada de Serú Girán eleva el estándar y convierte a la edición 2025 en una cita obligada para los amantes de la música. Más que un festival, es una celebración de lo que significa ser latinoamericano y de cómo la música puede unirnos por encima de fronteras, generaciones e ideologías.
La cita no es solo para nostálgicos. Serú Girán ha encontrado nueva vida en las ‘playlists’ de plataformas como Spotify, donde millones de oyentes redescubren su obra. Verlos en vivo será una oportunidad única de experimentar en directo lo que muchos solo habían escuchado en discos de vinilo o videos de archivo.
En pocas palabras, perderse este concierto sería dejar pasar un capítulo irrepetible de la música latinoamericana. Será un evento lleno de lágrimas, sonrisas y aplausos largos, de esas que quedan en la memoria y se cuentan por años. Cordillera 2025 será el escenario donde la historia y la emoción se fundirán en un solo coro.
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