El ministro de Defensa, Iván Velásquez, sostuvo que la muerte del coronel Óscar Dávila, implicado en el caso de las presuntas interceptaciones ilegales a la exniñera de la exjefa de Gabinete, Laura Sarabia, fue porque atentó contra su vida y que hay certeza sobre ello.
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El coronel Dávila, quien era uno de los encargados de la seguridad presidencial, fue hallado muerto el pasado viernes 9 de junio en una camioneta oficial cerca a su apartamento en Bogotá. El hecho generó conmoción y especulaciones, pues el oficial había manifestado su disposición para colaborar con la Fiscalía en la investigación.
Iván Velásquez dice que hay prueba sobre muerte del coronel Óscar Dávila
Según el ministro Velásquez, el mismo proyectil que atravesó la cabeza del coronel Dávila dio en el techo del vehículo y se recuperó en su interior. Así lo afirmó en un trino que luego borró y reemplazó por otro más genérico, en el que pidió a la Fiscalía que informara con prontitud para evitar las especulaciones.
El presidente Gustavo Petro también aseguró que el coronel Dávila había muerto por quitarse la vida y relató cómo ocurrieron los hechos. Según Petro, el coronel mandó a su conductor por una botella de agua y aprovechó para dispararse con la pistola que había dejado en el asiento.
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La Fiscalía General de la Nación no se ha pronunciado oficialmente sobre las causas de la muerte del coronel Dávila ni sobre los avances de la investigación. Sin embargo, algunos medios han revelado detalles del caso, como las últimas llamadas del oficial y un video de sus últimas horas de vida.
El abogado del coronel Dávila, Miguel Ángel del Río Malo, señaló que su cliente había sido amenazado después de asistir a una diligencia del CTI en el piso 13 de la Dian, donde supuestamente funcionaban los equipos de interceptación. También dijo que el coronel tenía información relevante para esclarecer el escándalo.
El caso de las presuntas interceptaciones ilegales salió a la luz el pasado 27 de mayo, cuando la revista Semana publicó el testimonio de Marelbys Meza, exniñera de Laura Sarabia. Meza denunció que había sido sometida a un interrogatorio y a una prueba de polígrafo por parte de agentes del Estado por un dinero que fue hurtado del apartamento de Sarabia.
El presidente Petro negó cualquier responsabilidad en el hecho y dijo que se trataba de un montaje para desprestigiarlo. También anunció una purga en los organismos de inteligencia y ordenó una investigación interna. La Fiscalía abrió una indagación preliminar para establecer si hubo interceptaciones ilegales y quiénes serían los responsables.
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