El columnista de El Espectador Ramiro Bejarano se pregunta “¿por qué el fiscal se atrevió a tanto con tan poquito?” al señalar, sin pruebas, que la campaña Santos Presidente habría recibido irregularmente un millón de dólares proveniente de la constructora brasilera.

Lo mismo se ha cuestionado la periodista María Jimena Duzán que en Semana dijo que era absolutamente “desconcertante la manera como el fiscal se ha lavado las manos a la hora de abordar la investigación sobre la presunta financiación ilegal” de la campaña presidencial de Santos en 2014.

Especialmente porque no hay razón evidente para descargar esta responsabilidad en el Consejo Nacional Electoral (CNE), una entidad “sin dientes”, que tampoco garantiza independencia, y que ha sido ineficiente y politiquera, afirmó Duzán.

Y es que razones no faltan para que sea la Fiscalía la que lleve la investigación del presunto soborno a la campaña Santos Presidente 2014, entre ellas los delitos de lavado de activos, enriquecimiento ilícito, falsedad documental por omisión de recursos, fraude procesal y hasta cohecho, destacó la periodista María Isabel Rueda en el diario El Tiempo.

El huracán Odebrecht, en los predios de la Casa de Nariño

Bejarano admitió que está asombrado por el curso que están tomando las cosas luego de la extraordinaria revelación que hizo el fiscal Martínez y la reculada, según Duzán, con la que el jefe de investigaciones intenta ponerle las alas a una gallina desplumada.

Para Ramiro Bejarano, es posible que exista una campaña soterrada para dinamitar el proceso de paz apuntando directamente hacia el desmonte de la Justicia Especial para la Paz (JEP) puesto que detrás esa presa han estado al acecho tanto Cambio Radical, que lidera el vicepresidente Germán Vargas Lleras (cercano al fiscal Martínez), como el Centro Democrático del expresidente Álvaro Uribe.

De ahí que “el huracán de Odebrecht –que estaba devorando a los Ivanes, Zuluaga y Duque– se traslade a la sede presidencial”, apuntó el analista.

María Isabel Rueda, por su parte, siente que la Fiscalía no está olfateando el tufillo de mentiras y contradicciones que empieza a levantarse tras las declaraciones de los implicados en el escándalo.

Por ejemplo, dice ella, el empresario Andrés Giraldo no ha sido consistente con lo que ha dicho hasta ahora. Su memoria se está perdiendo a la hora de precisar el por qué se reunió en 2 ocasiones con el exsenador Otto Bula en el norte de Bogotá.

Y a eso se añade que la Fiscalía quedó, literalmente, inmóvil ante la contundencia de los hechos y parece no dar gestos de buscar más implicados porque seguramente la piola la llevaría hasta la esfera cercana del senador conservador Roberto Gerlein que tiene su mayor cuota política en el Banco Agrario, cuestionado por el préstamo irregular que hizo a la firma Navelena, señaló Duzán en la revista.

LO ÚLTIMO