Bloquear a alguien que apenas conoces

Imagina que has estado hablando con alguien en esta cuarentena y te ha encantado. Te has puesto a contarle toda tu vida, hasta los detalles más íntimos, y todo parecía perfecto. Luego llegaron ambos al intercambio de imágenes comprometedoras, a chatear hasta el cansancio, y a llenarse de ilusiones por conocerse apenas fuera posible. Lo cierto es que, con el paso del tiempo, la realidad se impuso sobre las ilusiones ópticas y, esa persona que tanto te hizo suspirar, poco a poco, con pequeños detalles, te pareció cada vez menos perfecta y empezaste a ver lo que es. Cuando fue evidente la incompatibilidad, dudaste sobre qué podías hacer después de haber compartido tanto de ti en tan poco. Sabía mucho. Tenía demasiada info, y encima fotos tuyas. Lo bloqueaste y en ese instante sentiste una liberación. Este bloqueo se vive como una auténtica muerte y será para siempre. En algunos casos dejará algo de guayabo, pero en la mayoría se pasará con relativa facilidad porque, detrás de esa relación por chat, no había un enamoramiento real, sino un encoñe digital. Se supera.

 

Bloquear a tu ex

Tu relación terminó y eso te supuso un dolor enorme. Amabas a tu ex, pero eres consciente de que cada like en Instagram o cada meme que te envía a tu whatsapp podría leerse con todo tipo de intenciones hoy.

Es un riesgo que corres, y a veces tu voluntad de platino se derrite y te dedicas a ver qué hace y qué postea. ¿Con quién está?, ¿por qué está con esa? Estaba mejor cuando estaba contigo o quizá se ha puesto mucho más atlético desde que lo dejaron. Es un ex que quisieras que estuviera más lejos, pero es que hace poco que se dio la ruptura, o quizá se han quedado en el limbo de los ex que chatean y que se quieren o se rastrean porque no cortaron bien el cordón. Esto tiene sus cosas buenas, porque cada vez que chatean bien te sientes que lo tienes todo controlado y que quizá todavía le gustas hasta la taquicardia, pero no hay recaídas, y eso significa Victoria. Pero también tiene sus desventajas: porque al tenerlo cerca no renuevas tus votos de amor del todo, está en tu teléfono y en tu chat en los 10 primeros chats y no se han podido librar el uno del otro. Si esto sigue y crece puede convertirse en el final del laberinto, en ese ex del que hablas cada vez que conoces a alguien y que sin quererlo no te permite pasar página. Un bloqueo a este personaje se vive como una liberación real. Se supera, pero requiere de no echarse pa atrás hasta que tú evoluciones (y él, por transitiva, también avanzará más y mejor sin ti. Se superarán el uno al otro, pero requiere de tiempo).

 

Bloquear a un amante

Hay amantes que marcan etapas.  Hay unos que pasan a mejor vida, pero a veces hay un survivor que no se va ni con amoniaco. Algunos se pueden ir de tu vida por años o décadas pero, por razones que no conoces, vuelven. Y lo que es peor, no vuelven como ese amigo (alias vecino) que te pregunta si ya has paseado al perro. ¡No! Este es el amante que te hace temblar las prioridades. No fue tu novio porque siempre estuvieron con otras parejas, o porque el nivel de compromiso de uno de los dos no permitió que esa relación prosperara. Fue un amante. EL AMANTE.  Tu amante. Y por más que has intentado exterminarlo por años, sigues jugando a Terminator con él. En algunos casos lo tienes bloqueado en Facebook o no lo sigues en Instagram, pero sigue escribiéndote con él por whatsapp porque a veces te gustaría volver a verlo y repetir. Este amante no te va a arreglar tu situación, es el clásico amante que te hace llorar los viernes porque te habría encantado que las cosas funcionaran por él y no sabes cómo han llegado hasta hoy, con tanto deseo y con tantas noches encima, pero él en sí mismo representa tu gran agujero negro. Tanto si hay amor como si sólo hay un deseo tamaño Taj mahal ,este amante supone un reverso en tu vida porque no es la persona que te complementa o que te impulsa. Esta es una patraseada peor que la de recaer con un ex porque con él las cosas están claras, pero con los amantes las cosas nunca están claras, sino que la de ustedes es una relación indefinible, compleja, pasional, sin capacidad de mejora y llena de dudas. O se casan (cosa que pasa en muy contadas ocasiones, pero Carlos y Camila lo hicieron) o se dejan hasta la muerte.

Bloquear a alguien así supone un triunfo absoluto. Duele más que los otros dos, pero te gradúas en la escuela del amor en cuanto lo consigues.

*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.