“En realidad somos nocturnas, para qué negarlo. No salimos de día. Los rayos del sol nos debilitan, revelan las indiscreciones de nuestra piel, la sombra de la barba, los rasgos indomables del varón que no “somos””- Camila Sosa Villada

Este es un libro en donde las malas son, en realidad, las buenas. Ni siquiera buenas: “buenazas”, además. Son buenas con ellas mismas, con la comunidad, con los hombres sin cabeza, con bebés abandonados, con sus almas en carne viva. Un libro mágico en donde la mezcla de lo cotidiano, lo fantástico, lo popular, lo erótico, lo amoroso, lo tierno, tiene lugar de una forma sublime. Eso y mucho más es “Las malas” (2019), de la colección Rara Avis de Tusquets Editores, de la cordobesa Camila Sosa Villada (La Falda, Argentina 1982), escritora, dramaturga y actriz transgénero, una hito – ella y su obra – en Latinoamérica.

La experiencia de leerlo (oírlo) en audiolibro, de la voz de su autora, es algo excelso. Es una novela de raíces autobiográficas en la que la estupenda voz de Camila nos lleva a los más recónditos lugares de las emociones humanas, con sus risas, fuerzas, fantasías y llantos.

Su novela nos lleva a la profundidad de la vida de una comunidad de travestis, una “manada de lobas”, que encuentran en un grupo articulado por la Tía Encarna, algo más que una pensión en una casa rosada: encuentran un hogar, un refugio de almas atormentadas que entrelazan sus vidas con cariño y con las más puras formas de amor: allí gritan, se enferman, se curan, sangran, lloran, toman mate, y sanan entre ellas mismas.

Este grupo de travestis, dentro de las que está la propia autora, ejerce la prostitución callejera en el parque Sarmiento: “lo que la naturaleza no te da, el infierno te lo presta. Ahí, en ese parque contiguo al centro de la ciudad, el cuerpo de las travestis toma prestado del infierno la sustancia de sus hechizos.”

El relato de su infancia es conmovedor, así como el de su llegada a estudiar a la capital cordobesa. Encontrar un lugar de pertenencia después de haber sido sometida a los peores vejámenes imaginables por parte de su propio padre, y posteriormente de la policía y de la sociedad en general, es un momento de vida atesorado por la autora y que nos brinda como un regalo catártico y brutal con sus magistrales relatos.

“De chica me imaginaba que iba a actuar, que haría teatro, cine, pero no que iba a vivir de esto. Empecé a travestirme a los 16 años en un pueblo de 5000 habitantes. Sé muy bien lo que era ser travesti en un pueblo así hace 20 años. Era doblemente tremendo.”, nos dice.

Todos los personajes de la novela, empezando por “el Brillo de los ojos”, un bebé recién nacido que las travestis encuentran en una noche en el Parque Sarmiento, y que la Tía Encarna amamanta, y María La Muda cuida, con el amoroso apoyo de toda la manada, en medio de su dolorosa pero bella transformación en pájaro. Memorable es también Natalí, la séptima hija varón, sometida al influjo de la luna llena. Hasta los Hombres sin cabeza que amaban a las travestis, y que las acompañan hasta en los duelos, y cuyo solo concepto nos hace elucubrar sobre un profundo significado mitológico. Porque en este libro es difícil diferenciar la ficción de la realidad.

Así como experimentamos la alegría de la construcción de la manada y sus años de oro, asistimos al dolor de la lenta disolución de la manada, y ambas emociones las podemos sentir poro a poro. El final del libro es un final que no queremos que llegue, porque queremos seguir acompañándola y queremos que todo el mundo lo lea.

Entendemos que las travestis, como cualquier ser humano, solo esperan y quieren dar no solo respeto, sino amor verdadero, y que la exclusión social de la que han sido y siguen siendo objeto, les causa un sufrimiento inigualable al ser punto de mira de la intolerancia convertida en violencia.

Villada estudió cuatro años de Comunicación Social en la Escuela de Ciencias de la Información y otros cuatro de Licenciatura en Teatro, ambas en la Universidad Nacional de Córdoba. Para mantenerse, fue prostituta, mucama por horas y hasta vendedora ambulante.

En 2009, estrenó la obra teatral Carnes tolendas, retrato escénico de un travesti, también de carácter autobiográfico – lo que se ha llamado “biodrama” -, que recientemente se presentó en junio de 2022 en el Teatro Mayor Julio Mario Santodomingo en Bogotá, un homenaje a la poesía de Federico García Lorca y a la condición de travesti. La obra está basada en los textos de su blog «La novia de Sandro» – así se llama Camila en algunas de sus redes sociales. Por dicha obra se hizo acreedora a una mención especial como mejor actriz en los premios Teatro del Mundo de la Ciudad de Buenos Aires y el reconocimiento a la labor teatral por el Poder Legislativo de la Provincia de Córdoba.

En 2015, Villada publicó su primer libro, el poemario La novia de Sandro. Y continuó con un ensayo autobiográfico El viaje inútil (2018). Después de esta, “las Malas” su primera novela nos deleita con “Tesis sobre una domesticación (2019)”, que espero leer con avidez próximamente.

*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.