Así lo revela un informe del periódico El Espectador.

“El 17 de marzo de 2015, con información de primera mano desde Cuba, el pontífice nombró a su amigo Lingua, ya arzobispo titular de Tuscania, como nuncio apostólico en Cuba, con dos misiones centrales teniendo en cuenta sus conocimientos sobre América Latina: primero, preparar su visita a la isla, y segundo, convertirse en facilitador confidencial del proceso de paz de Colombia”, dice el periódico, que verificó con diversas fuentes la información.

El Espectador luego hila toda la serie de pronunciamientos que hizo el papa en Cuba para reconfirmar su protagonismo.

“No tenemos derecho a permitirnos otro fracaso más en este camino de paz y reconciliación”, dijo el papa, recuerda el periódico.

En ese momento las delegaciones estaban negociando en Cuba.

Allí Francisco dijo en privado que si se alcanzaba un acuerdo, visitaría a Colombia.

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Pero no era la primera vez que Lingua intervenía a nombre de la iglesia en negociaciones de paz en Colombia.

El Espectador recuerda que el 14 de febrero del año 2000 el entonces monseñor recibió en la Santa Sede a los negociadores del gobierno de Andrés Pastrana y representantes de las Farc entre quienes estuvieron Raúl Reyes, Iván Ríos, Simón Trinidad y Joaquín Gómez.

Esa reunión abrió la puerta para que el Vaticano desempeñara un papel preponderante en las negociaciones que más tarde se llevaron en Cuba, bajo el gobierno de Juan Manuel Santos, luego del fracaso del proceso en San Vicente del Caguán (Caquetá).

“Sin duda alguna, durante las conversaciones en Cuba uno de los sitios donde hubo más información fue acá (en Roma) y la información era importantísima porque allá (en La Habana) está de nuncio Giorgio Lingua. La Santa Sede estuvo siempre enterada de lo que pasaba en Cuba, de lo que se discutía; tenía líneas directas que le permitían tener un análisis lo suficientemente claro y concreto para dar la ayuda”, destacó el embajador de Colombia en la Santa Sede, Guillermo León Escobar, a El Espectador.

Además de la confianza política y moral que inspiraba el acompañamiento de la iglesia  en la mesa de negociación, el aporte de Lingua estuvo presente en la firma del acuerdo con las Farc e incluso hasta la visita de 4 días del papa a Colombia con un claro mensaje político de reconciliación y uno pastoral orientado hacia el perdón.