De esta forma, Starbucks se presenta como una de las primeras grandes compañías en presentar una solución alternativa a la contaminación global del plástico.

Los primeros en probar la nueva tapa serán los clientes de Vancouver (Canadá) y Seattle, donde el pasado primero de julio entró en vigor una ley que prohibía a los servicios de alimentación ofrecer utensilios de plástico en sus tiendas o servicios.

“La decisión de Starbucks de eliminar los pitillos de un solo uso es un brillante ejemplo de la importante función que las empresas pueden desempeñar para frenar el oleaje del plástico oceánico”, dijo Nicholas Mallos, director del programa “Mar libre de basuras” de la organización ” Conservación del Océano”.

“Con ocho millones de toneladas métricas de plástico arrojadas al océano cada año, no podemos permitir que la industria permanezca al margen”, dijo.

La tapa está hecha de plástico, pero su contenido de polipropileno puede reciclarse. Chris Milne, director de abastecimiento de envases para Starbucks dijo que la firma está “trazando una línea para que nos sigan otras grandes marcas”.

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Los clientes que prefieran o necesiten un pitillo pueden solicitar uno hecho de materiales alternativos para usar con cualquier bebida fría.

Starbucks ha invertido además 10 millones de dólares en un concurso que busca desarrollar una taza caliente completamente reciclable y está animando a los clientes a que “traiga su propio vaso” como parte de sus esfuerzos para reducir los desperdicios.

El anuncio supone una nueva visión por parte de las grandes empresas de servicios alimentarios de EE. UU. tras la decisión por parte de la compañía McDonald’s el pasado mes de mayo de rechazar la retirada de los pitillos de sus más de 37.000 locales.

Posteriormente, el gigante de comida rápida anunció en junio que sustituirá sus pitillos por unas de papel en todos sus establecimientos del Reino Unido e Irlanda a partir de septiembre.

EFE