Gustavo Glauser, ciudadano suizo y amigo del fundador de la firma relojera, George Schaeren, introdujo a Mido en América Central y convirtió a Colombia en el primer mercado de la marca.

“Contrario a lo que muchos creerían, que por estrategia comercial o por la ubicación geográfica de Colombia la marca llegó aquí, lo cierto es que fue mera coincidencia”, le dijo a Pulzo Franz Linder.

Desde hace 100 años, dice el directivo, la marca se ha destacado por la calidad y la durabilidad por un precio razonable. Hay que recordar que el fabricante suizo compite contra marcas japonesas y chinas.

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A la pregunta de cómo hace una empresa como Mido para ser exitosa y mostrar buenos resultados en un mundo que cada vez más es dominado por los relojes digitales y los ‘smart watches’, Linder explica que son productos diferentes:

“Vendemos sentimiento, no un reloj”, dice Linder, mientras explica que las dos tecnologías coexisten: “Un ejecutivo puede usar un smart watch para hacer ejercicio, pero cuando llega la noche, quiere lucir más clásico y elegante”.

Incluso, Linder dice que “el reloj digital no es el rey” y explica que sus productos, que funcionan con piezas mecánicas de alta precisión, también tienen cabida dentro de las generaciones más jóvenes, como le dijo al diario La República en una entrevista:

“Una de las razones es que la gente quiere tener básicamente un reloj y no 1.000 cosas más en un dispositivo como estos. Quieren que le dé la hora y que pueda durar mucho tiempo, y no seguir conectados en todos lados”.

Para Linder, estar en Colombia es un honor: “Vendemos nuestros relojes en 70 países, pero Colombia es especial”, insistió el directivo suizo.

La familia Glauser, en su tercera generación, sigue representando la marca en el país mediante la firma Disuiza, en la que Mauricio Glauser y sus hijos Samuel y Andrés están al frente de la misma.

Para el centenario, la marca lanzó diferentes modelos que, en opinión de su presidente, “no son revolucionarios, sino una evolución de la marca”.