Salvo los grandes especialistas, la mayoría de favoritos contemplan este recorrido decimonónico de adoquines, donde esta vez el barro no estará presente como aconteció en 2014, como un mal sueño que hay que pasar en el que lo realmente importante es no hipotecar sus opciones de luchar por la camiseta amarilla.

Lo que han hecho todos previamente en cuanto tuvieron un pequeño hueco en su agenda fue visitar y palpar con sus máquinas el terreno para evitar el mayor número posible de sorpresas.

Del trabajo de este los especialistas en el pavé intentará beneficiarse el italiano Vincenzo Nibali que en el Tour del 2014 fue el mejor sobre este terreno en el que además empezó a cimentar su victoria final en París. Es el único que ha conseguido romper en los últimos seis años el dominio del Sky que lidera el británico Chris Froome al que secunda, a la espera de acontecimientos, Geraint Thomas.

Por otro lado estarán aquellos para los que lo mejor que puede acontecer en esta novena etapa es que no pase nada porque el “pavé da miedo”, según ha manifestado Froome que en las cinco últimas ediciones de la carrera gala la única que no ganó ha sido la de 2014 donde terminó retirándose en la etapa del adoquinado, aunque curiosamente la caída que le mandó para casa se produjo antes de afrontar el primer tramo.

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Por parte española, el Movistar con su liderazgo tricéfalo, con los españoles Alejandro Valverde y Mikel Landa, además del colombiano Nairo Quintana, espera minimizar cualquier tipo de daños en esta jornada para empezar a pensar en las etapas de las dos semanas siguientes en los Alpes y los Pirineos.

Para Nairo Quintana, que es el que peor situado llega en la clasificación general tras la avería de la primera etapa, se trata de evitar perder tiempo porque “el pavé podría descartar a algún favorito de la general”.

El alavés Landa, que reconoce haber visitado los tramos de pavés porque era “importante en un día diferente al que no estamos acostumbrados y seguramente será un poco loco”, mientras que el murciano Alejandro Valverde el objetivo será “intentar no perder el Tour, pero hay que tener suerte porque el problema es si pinchas o te caes, que no puedes pasar y es difícil solucionarlo”.