El archivo invisible: así rescatan las fotos rurales inéditas de Fals Borda para reescribir la memoria de Colombia

Vivir Bien
Tiempo de lectura: 7 min
por: 

Noticias sobre Valledupar, el Cesar y el vallenato: artículos, videos, fotos y el más completo archivo de noticias de Colombia y el mundo en El Pilón.

Visitar sitio

Descubra el archivo fotográfico inédito de Orlando Fals Borda y su impacto en la memoria rural de Colombia.

En conmemoración del centenario del nacimiento de Orlando Fals Borda (1925-2008), uno de los más destacados sociólogos en la historia de Colombia, se realizará el taller “Visiones de Colombia. La mirada fotográfica de Orlando Fals Borda” el próximo 28 de agosto en Valledupar. Este evento, promovido por EL PILÓN, el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, y Felva, propone adentrarse en el vasto y poco visto archivo fotográfico campesino reunido por Fals Borda, abriendo nuevos caminos para comprender la memoria visual y social de las comunidades rurales del país y, en consecuencia, los procesos socioculturales que han definido a la nación.

La iniciativa está encabezada por el investigador y fotógrafo Norman Esteban Gil Reyes. Durante años, Gil Reyes ha trabajado en la recuperación y estudio de las fotografías a color —muchas de ellas inéditas— que Fals Borda tomó entre 1953 y 1970, en un momento en el que la representación del campo colombiano era limitada y muchas veces sesgada. Estas imágenes, capturadas originalmente en películas Kodakron, son hoy consideradas un patrimonio frágil y amenazado por el paso del tiempo. El trabajo de restauración y reinterpretación liderado por Gil Reyes va más allá del simple rescate de imágenes, proponiendo una revisión crítica sobre cómo se ha mirado históricamente al campesinado colombiano: no como sujetos pasivos a la espera del progreso, sino como protagonistas activos portadores de conocimientos y dignidad, tal como subraya EL PILÓN.

La perspectiva adoptada por Fals Borda se fundamenta en la Investigación Acción Participativa (IAP), un enfoque pionero que une la generación de conocimiento con la transformación social a través de la colaboración y el diálogo horizontal con las comunidades estudiadas. Según lo planteado por Gil Reyes, la propuesta que combina arte, sociología y memoria rompe con la tradición de ver la fotografía solo como un documento: aquí es motor de comunicación social y activador de memorias colectivas. Este ejercicio interdisciplinar es crucial en la actualidad, cuando el consumo acelerado de imágenes en la era digital tiende a trivializar la profundidad y riqueza de los archivos visuales.

Al ampliar el contexto, resulta evidente que la fotografía campesina en Colombia ha sido poco desarrollada y, en muchas ocasiones, desestimada en los relatos oficiales. Tal como advierten los estudios referenciados en la Revista de Historia del Arte (Bernal, 2017), la visión del campo ha sido históricamente filtrada por narrativas estatales que reproducen estigmas y silencian voces auténticas. En ese sentido, archivos como el de Fals Borda resultan imprescindibles para la memorialización colectiva y la reparación simbólica, especialmente en territorios afectados por décadas de conflicto armado, de acuerdo con la investigación publicada en Memoria y Sociedad (Pérez López, 2022).

Desde el punto de vista patrimonial, expertos como el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC, 2023) han advertido sobre la urgencia de restaurar y difundir estos archivos para evitar su pérdida y promover el acceso por parte de las propias comunidades rurales. La institucionalización del patrimonio fotográfico suele ser insuficiente, por lo que Gil Reyes insiste en la necesidad de impulsar políticas públicas de conservación y educación visual, así como estrategias de participación que permitan a los campesinos apropiarse de su historia representada en imágenes.

El enfoque del taller está orientado a democratizar tanto el archivo como la manera de mirarlo: convoca desde especialistas en memoria visual hasta ciudadanos sin experiencia previa. La apuesta es lograr una observación atenta, crítica y participativa, que contraste con la fugacidad de las redes sociales y reivindique la posibilidad de reconstruir comunidad e identidad a partir del legado fotográfico. Como lo propuso Fals Borda, la investigación social debe regresar a quienes aportan sus historias y vivencias, consolidando una memoria incluyente desde la pluralidad de miradas que enriquecen la vida rural colombiana.

En suma, “Visiones de Colombia” es un tributo activo que convierte la fotografía en puente entre pasado y futuro, e invita a pensar cómo arte, sociología y activismo pueden caminar juntos para recuperar y resignificar el patrimonio visual campesino, contribuyendo así a una reflexión profunda y colectiva sobre las raíces culturales del país.

Preguntas frecuentes relacionadas

¿Qué es la Investigación Acción Participativa y cómo influyó en la obra de Orlando Fals Borda?

La Investigación Acción Participativa (IAP) es una metodología creada con el propósito de unir el proceso de investigación social con la transformación de la realidad, involucrando activamente a las comunidades en cada etapa del estudio. Orlando Fals Borda fue pionero en introducir este enfoque en Colombia. Sus trabajos, específicamente en el campo rural, se basaron en la interacción directa y el diálogo horizontal con los participantes, fomentando la co-creación del conocimiento y empoderando a quienes históricamente fueron objeto de estudio pasivo.

La influencia de la IAP en su obra es evidente en el archivo fotográfico objeto del taller, ya que Fals Borda no solo documentaba sino que buscaba incidir en la autopercepción y fortalecimiento de la identidad campesina. La fotografía sirvió así como vehículo para estimular una memoria colectiva, participativa y crítica, contrarrestando visiones estandarizadas sobre el campo y abriendo paso a nuevas formas de entender la vida rural en el contexto nacional.

¿Por qué la preservación de archivos fotográficos rurales es relevante para la memoria histórica de Colombia?

La preservación de estos archivos es crucial porque permiten a las comunidades reconocerse y reconocernos como parte de una misma historia social y cultural. En el caso colombiano, donde el conflicto armado y las políticas de marginalización han invisibilizado a los sectores rurales, recuperar estas imágenes es una forma de hacer justicia simbólica y de reconstruir la pluralidad de experiencias que han forjado la nación.

Además, expertos y entidades como el INPC han advertido que la falta de políticas y de financiamiento adecuados pone en peligro la supervivencia de un patrimonio visual irremplazable. La conservación de fotografías rurales no solo es una cuestión técnica; también es un acto político y cultural que contribuye al ejercicio del derecho a la memoria, fundamental para procesos de reconciliación y de construcción de paz, especialmente en territorios históricamente vulnerados.

Temas Relacionados:

Te puede interesar

Economía

Quién es el dueño de Lechona El Gordo, restaurante que pone a saborear a glotones en Bogotá

Economía

Popular supermercado lanza trasnochón por 3 noches seguidas; descuentos de hasta el 50 %

Sigue leyendo