7 ideas para que le enseñe a su perro a quedarse solo en casa... sin hacer daños

Comportamiento que deriva en episodios de ansiedad manifestados de diferentes maneras: vocalización excesiva (ladridos, gemidos o aullidos), destrozos en el hogar, apertura de huecos en el jardín, micción o defecación por todas partes, copofragía, etc.  

Son muchas y diferentes las causas a las que se le pueden atribuir estos comportamientos, nombraremos las más relevantes:

• No enseñar al perro a quedarse solo desde cachorro en casa. Sí, es necesario que tempranamente el perro descubra que no todo el tiempo va a estar acompañado de las personas que forman parte de su núcleo familiar. 

• Realizar actividades con nuestro perro de manera permanente y sin control dentro de casa. Por ejemplo, el consentimiento excesivo genera hiper-apego y el juego intenso y prolongado potencializa la carga instintiva del perro. No se le ha enseñado al perro que la casa es un lugar donde se debe estar tranquilo y que existen momentos de no interactuar y literalmente: “hacer nada”. 

• Premiar o castigar al perro de manera inadecuada. Por ejemplo, responder al perro ante sus vocalizaciones liberándolo del encierro, suministrándole afecto o comestibles; no hace otra cosa que potencializar la conducta que queremos eliminar (entiendo que es difícil obviar el llanto de un cachorrito que clama atención y compañía, pero en ocasiones, debemos hacerlo). Por otro lado, castigar al perro por conductas que ha realizado no se sabe hace cuánto tiempo, valiéndonos de estrategias como regañarle o pegarle mientras se le muestra el “daño causado” para que no lo vuelva a hacer, lo que pone en evidencia que ignoramos reglas básicas de aprendizaje que demuestran que los perros asocian los premios o los castigos con lo que han hecho, cuando ambos componentes se presentan de manera casi simultánea.

• La antropomorfización o humanización del perro. La sobreprotección, la falta de claridad en la comunicación y normas de convivencia, el desconocimiento de la naturaleza social, emocional y operacional del comportamiento del perro; la falta de exposición ambiental, la falta o el exceso de salida son otras causas de comportamientos molestos y nocivos cuando el perro se encuentra solo en casa.

(Vea también: Multas y sanciones vigentes por maltrato animal en Colombia)

Manifestaciones más frecuentes en el perro que no sabe quedarse solo

Hace daños, genera coprofagia, orina por doquier (hasta en la cama de sus propietarios donde se le prohíbe subir), porque asume que estar solo le brinda la oportunidad de hacer lo que quiera y lo que no puede cuando está acompañado. Este efecto se genera cuando el perro descubre que se queda sin control alguno cuando está solo y aprovecha para hacer cosas que quiere y por las que usualmente se le castiga cuando está acompañado.

Destroza elementos que están impregnados del olor de las personas que son miembros de su núcleo familiar y los esparce por toda la casa para generar una especie de “espectro de aroma”, capaz de hacer creer al supuesto “agente externo de amenaza”; depredador ¿por qué no? que no está solo en casa y que, al contrario, hay muchos individuos dentro de ella. Puede también orinar y defecar por todas partes y correr de un lado a otro rasguñando la puerta de casa mientras vocaliza sin cesar. Ocurre en perros inseguros, con baja autoestima y exageradamente dependientes de las personas.

Ladra, aúlla o gime excesivamente. Se presenta en perros a los que les ha funcionado vocalizar anteriormente; por ejemplo, se les ha liberado, suministrado alimento o agua, o brindado atención mientras lo hacen. Normalmente se soluciona ignorando sus vocalizaciones, aunque en muchos casos, otros perros o agentes externos responden a sus llamados desde la distancia, lo que complica su solución. 

Destroza elementos para consumir sus partículas o come sus propias heces porque cree que su proveedor de alimento se ha ido y debe alimentarse a toda costa. Ocurre en perros que tienen o creen tener deficiencias nutricionales y desean “complementar su dieta”.

Hacen huecos en el jardín para liberar la ansiedad que les produce estar solos o abren huecos en las puertas o entre las paredes para tratar de hallar una salida a su “encierro”.

7 tratamientos para los perros que no saben quedarse solos en casa

1. Enseñar al cachorro a estar solo en casa. Para ello, puedes dejar al cachorro solo en casa en un lugar seguro y limitado (preferiblemente un corral para perros), por períodos de tiempo aleatorios y distraer su atención dejándole juguetes de autorreforzamiento (a los que se les pueda poner un comestible en su interior), ignorar sus vocalizaciones y obviar despedidas y saludos exagerados; así, entenderá que quedarse solo no es malo y estará tranquilo cuando sea necesario.
2. Enseñarle al perro a no hacer nada y literalmente a “aburrirse” por ciertos períodos de tiempo. Para esto, puedes ponerle el collar y la correa a tu perro y dejarlo a tu lado sin hacer absolutamente nada mientras él cree que les espera una salida de casa que no se realizará; así, aprenderá que no a toda hora se realizan actividades divertidas y que, en ocasiones, solo debemos estar tranquilos.
3. Romper rutinas. Por ejemplo, aleatorizar los tiempos de salida cuando el perro se queda solo y hacer preparativos como cuando vamos a salir de casa y no hacerlo.
4. Dejar música o televisores encendidos para que el perro no sienta que está solo.
5. Contratar paseos, colegios o campamentos caninos. Se trata de alternativas para que el perro no esté solo en casa y, en cambio, realice actividades físicas y recreativas dirigidas por profesionales. 
6. Dejar juguetes de entretenimiento o autorreforzamiento para que el perro se distraiga y realice actividades que pueden ponerle un reto físico y mental.
7. Hacer monitoreo remoto a través de cámaras de video con sistema de audio para emitir mensajes al perro en tiempo real.

En casos graves, lo más recomendable es consultar con profesionales en tratamientos de comportamiento canino.