Para Gustavo Petro, quienes gritan en estadios contra él son “pudientes con boleta cara”

Debe resultar preocupante para el Gobierno Nacional en general, y para el presidente Gustavo Petro en particular, que se venga haciendo costumbre el grito de “¡Fuera, Petro!” en algunos estadios del país, e incluso del exterior. No se puede afirmar por este hecho que toto el país está en su contra, pero tampoco se puede negar que es expresión de inconformismo y que tiene niveles significativos de espontaneidad.

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La primera vez que se escuchó fue en el estadio Metropolitano de Barranquilla, antes del encuentro que sostuvieron las selecciones de Colombia y Brasil. En ese momento, el presidente Petro y sus seguidores quisieron desvirtuar el hecho político y aseguraron que de lo que se trató fue de un ataque a la hija menor del mandatario, que estaba junto con su madre, Verónica Alcocer, en la tribuna.

Ese argumento del ataque a su hija quedó seriamente debilitado cuando la Selección Nacional jugó en Asunción (Paraguay) contra el combinado de ese país, en el estadio Defensores del Chaco, en donde se volvió a escuchar el estribillo. La menor no estaba allí, por lo que ya no se puede afirmar que el grito sea en su contra.

El “¡Fuera, Petro!” se volvió a escuchar el domingo pasado en el Atanasio Girardot, de Medellín, antes de que comenzara el partido entre Independiente Medellín y Atlético Nacional. Hubo quienes, como el congresista Miguel Polo Polo, encontraron una coincidencia en los gritos en Barranquilla y Medellín, ciudades capitales que en las elecciones regionales se manifestaron claramente contra el Gobierno de Petro.

Este jueves, en el mismo escenario deportivo de la capital antioqueña, antes de que comenzara el encuentro entre Millonarios y Nacional, se repitió la dosis: las tribunas corearon el grito que viene siendo grabado y difundido profusamente por redes sociales, lo que amplifica la manifestación contra el presidente.

Para el Gobierno y los defensores de Petro, se trata de una estrategia planeada y coordinada con el fin de producir más impacto en los estadios, escenarios a los que llegan miles de personas a disfrutar del fútbol y no a participar en mítines políticos. Otros, como se evidencia en los videos, están convencidos de que se trata de expresiones espontáneas.

Ahora, el presidente Petro pone el asunto en clave de clases sociales, en cuyo conflicto está basado prácticamente todo su ideario. Al comentar una encuesta que mandó a hacer la Presidencia de la República, escribió en X (antes Twitter): “A usted le dicen que el gobierno es impopular. Montan gritos de pudientes en estadios con boleta cara. Hasta le quitan el fútbol al pueblo”.

Es decir que, para el mandatario, quienes protestan contra él y su gobierno son únicamente representantes de las clases más acomodadas, en contraste con poderosos indicadores como el resultado de las elecciones regionales en lugares que se consideraban petristas (v. gr.: las localidades de Bogotá que le eran fieles) y la fuerte reacción, por ejemplo, del partido Alianza Verde que está a punto de retirarse de la coalición del Gobierno en el marco del debate a la reforma a la salud.