Ante las sanciones, los rusos se vuelcan al turismo interno del Cáucaso

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En Rusia, las vacaciones de otoño comenzaron este fin de semana. Desde hace tres años, se está produciendo un fenómeno: cada vez más turistas comienzan a descubrir Daguestán y Chechenia, entre otros lugares. Durante mucho tiempo, estas regiones no han tenido realmente la reputación de ser destinos para el turismo interno en el país.

En Rusia, las vacaciones de otoño comenzaron este fin de semana. Desde hace tres años, se está produciendo un fenómeno: cada vez más turistas comienzan a descubrir Daguestán y Chechenia, entre otros lugares. Durante mucho tiempo, estas regiones no han tenido realmente la reputación de ser destinos para el turismo interno en el país.

Por Anissa El Jabri, corresponsal de RFI en Moscú

Desde 2020 y el cierre de las fronteras debido a la pandemia de Covid-19, los rusos ya se habían lanzado a descubrir su propio país. Esta tendencia se está acelerando y, desde 2022, se inclinan aún más por el turismo interno, debido a las sanciones financieras y las restricciones de visados que siguieron al inicio de la guerra a gran escala en Ucrania.

Por su parte, las autoridades promueven activamente destinos ya populares, como Kamchatka, en el extremo oriental del país. Pero también otros, como Daguestán, que “durante mucho tiempo”, según escribía la muy legitimista Komsomlskaya Pravda la primavera pasada, no se ha considerado un destino vacacional”. El periódico no se extendía en las razones, conocidas por todos.

De hecho, durante mucho tiempo se ha considerado que la región carecía de infraestructuras viarias y hoteleras suficientes, pero sobre todo que no era un destino siempre estable y seguro. Esta pequeña región musulmana de 3 millones de habitantes es conocida por ser la que más candidatos rusoparlantes ha proporcionado al grupo terrorista Estado Islámico (EI) durante los años de guerra civil en Siria. El FSB (ex KGB) informó el pasado mes de marzo sobre un atentado frustrado en la capital regional. Una revuelta antiisraelí en el aeropuerto de esa misma ciudad en otoño de 2023 también dejó huella. En definitiva, una combinación que no encaja precisamente con el hedonismo de las vacaciones… Esta percepción negativa se extendía, en parte, al resto del Cáucaso.

Un trabajo para mejorar la imagen de las regiones

Excepto que ahora, estas regiones que arrastraban una mala reputación y hacían que los turistas se alejaran, parecen haber vuelto rápidamente al corazón de los rusos. Si nos atenemos a las cifras oficiales, se observa un verdadero auge. La agencia estatal Tass comunicó la primavera pasada estos datos, hechos públicos por el viceprimer ministro ruso Alexander Novak: el número de turistas que visitan las regiones del Cáucaso Norte ha aumentado un 75 % en los últimos tres años, y las inversiones en turismo han “aumentado de forma exponencial”.

Además, el Estado ya no es el único que interviene mediante subvenciones al sector turístico y la creación de zonas económicas especiales. Ahora se están creando asociaciones público-privadas. Alexander Novak puso como ejemplo la inversión de empresas en el sector del esquí para la creación de pistas y la construcción de remontes. Tanto en Chechenia como en Daguestán, recordó, la nieve dura más tiempo que en otros lugares.

Entre otros atractivos que se suelen destacar, se encuentra la calidad del agua mineral, que se explota especialmente en los balnearios. La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Maria Zajárova, ha promovido activamente el patrimonio regional a través de su cuenta de Telegram y de entrevistas: “La historia de Daguestán, la historia de esta región en su conjunto, la de los Estados del mar Caspio, es un punto de convergencia para diferentes partes del mundo, Europa, Asia, Oriente y Occidente”, declaró la primavera pasada. También consideraba que esta región “es uno de los puntos clave de la historia del mundo”.

Una búsqueda de sectores de inversión

Si el dinero fluye hacia el sector del turismo interno, incluso hacia destinos hasta ahora descuidados, es porque quienes lo tienen en Rusia también buscan sectores en los que invertir. Con las dificultades de las transacciones financieras y la amenaza siempre presente de que sus activos sean congelados en el marco de las sanciones decididas por Occidente, los inversores buscan protegerse de lo que muchos analistas en Rusia denominan púdicamente “el riesgo geopolítico”.

Este fenómeno también es visible en la capital rusa, donde la inversión en inmuebles de lujo se ha disparado. Según el periódico Kommersant, entre enero y junio de 2025, las ventas de nuevos inmuebles de lujo en Moscú aumentaron un 51 % en un año, hasta alcanzar los 160.000 millones de rublos. Un récord histórico. Según el periódico legitimista Izviestia: se vende de todo, desde estudios hasta grandes superficies. El mismo fenómeno se observa también en San Petersburgo.

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