Alerta en empresas colombianas por lo que está pasando con servicios públicos

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Un análisis demostró que, aunque la mayoría de compañías han reducido el consumo de luz, agua y gas, los pagos que están haciendo por ellos es más alto.

Las empresas colombianas están consumiendo menos servicios públicos, pero sus facturas siguen creciendo. Así lo confirma el más reciente análisis de la ‘scaleup’ Energy Master, que revisó 30.634 facturas corporativas de energía, acueducto y gas en ocho departamentos del país.

(Vea también: Procuraduría hizo llamado urgente a prestadores de servicios públicos: «Garantizar calidad y continuidad es un deber legal»)

El resultado es un diagnóstico que preocupa al sector real: entre junio de 2024 y junio de 2025, el consumo agregado cayó 3,8 %, pero el gasto total superó los 30.800 millones de pesos.

El desglose muestra que 28.542 millones de pesos correspondieron a energía eléctrica, 1.190 millones de pesos a acueducto y 1.009 millones de pesos a gas. Antioquia lideró el gasto en energía (7.879 millones) y agua (379 millones), mientras que Cundinamarca se destacó en acueducto (177 millones) y gas (246 millones).

“Las compañías están siendo más eficientes en el consumo, pero eso no se traduce en ahorros proporcionales. El problema está en las tarifas, cargos fijos y contratos que no premian la eficiencia”, explicó Alejandro Ramírez, CEO de Energy Master.

Energía: menos consumo, ahorro desigual

El consumo eléctrico cayó en 7 de las 8 regiones evaluadas. Antioquia redujo su demanda en 4 % (de 8.71 a 8.36 millones de kWh) y su gasto en 8 %, mientras que Atlántico logró el mayor beneficio tarifario, con una caída del 5 % en consumo y del 23 % en gasto.

Cundinamarca mostró un ajuste proporcional (-5 % en consumo, -11 % en gasto), pero en otras regiones, como Santander, el impacto fue menor.

Las variaciones se explican por la estructura tarifaria y la reducción de costos en generación (-23,7 %), pérdidas (-8,3 %) y comercialización (-4,5 %). Sin embargo, los precios actuales siguen siendo altos frente a niveles de hace tres años: en promedio, el kWh cuesta 35 % más que en 2022.

Agua: consumo estable, tarifas en alza

En acueducto, el consumo nacional prácticamente no cambió, pero el gasto subió 6 %. Bogotá redujo su uso en 33 %, pero el ahorro fue solo del 29 %, reflejando el peso de cargos fijos. En contraste, Atlántico aumentó su consumo 14 % y su gasto 30 %, debido a ajustes tarifarios agresivos.

Gas: la presión del suministro importado

El gas natural mostró el comportamiento más preocupante. Aunque el consumo aumentó apenas 3 % a nivel general, el gasto subió 9 %. Santander redujo su demanda en un tercio, pero terminó pagando 5 % más. Según Ramírez, esto se debe al mayor costo del transporte tras cambios en el origen del suministro, que obligan a importar gas y trasladarlo desde el Caribe hacia el interior.

Riesgo para 2026

El estudio anticipa que, sin una revisión de contratos y esquemas tarifarios, las pymes podrían enfrentar alzas del 8 % al 12 % en sus facturas a inicios de 2026, impulsadas por nuevos impuestos, recobro de opción tarifaria, mayor demanda y presiones inflacionarias. La incertidumbre también crece por el retraso de proyectos renovables y las intervenciones regulatorias del Gobierno.

“En servicios públicos se debería premiar el ahorro, pero en varias regiones ocurre lo contrario. Eso desincentiva la eficiencia y distorsiona la estructura de costos”, advierte Ramírez.

Los hallazgos completos se presentarán en el Energy Master Summit 2025, el 21 de agosto en Bogotá, donde empresarios y autoridades debatirán sobre el futuro de la seguridad y soberanía energética del país.

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