Así se protege el arte urbano: Bogotá impulsa la restauración y adopción ciudadana de sus monumentos

Nación
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Descubre cómo Bogotá salvaguarda sus monumentos y la memoria colectiva con innovadoras intervenciones.

La Alcaldía Mayor de Bogotá y el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC) han consolidado su compromiso con la preservación del patrimonio mueble de la ciudad, enfatizando el cuidado del espacio público y su significado como memoria colectiva capitalina. Según lo reportado por la Alcaldía, la activa participación de la Brigada de Atención a Monumentos ha sido crucial para salvaguardar y resaltar el valor de las obras distribuidas en diferentes sectores urbanos de Bogotá. Estas iniciativas responden a la política “Bogotá, mi Ciudad, mi Casa”, que busca estimular la corresponsabilidad entre ciudadanía e instituciones en la conservación del entorno urbano.

En el año 2025, se llevaron a cabo 101 intervenciones sobre patrimonio mueble en espacios públicos. Entre las obras atendidas se encuentran figuras históricas y esculturas emblemáticas como Policarpa Salavarrieta, Nicolás Copérnico, el General O’Leary, el Mapa de Bogotá, Longo, Eclipse e Intihuatana. A estas actividades se sumaron doce acciones de “remantenimiento”, es decir, prácticas orientadas a remediar rápidamente deterioros menores que surgen después de los trabajos restaurativos principales. Todo este esfuerzo involucró una inversión considerable destinada a materiales, herramientas, transporte y mano de obra especializada en restauración, asegurando que cada proceso cumpliera altos estándares técnicos y respetara el valor histórico y simbólico de las piezas.

Uno de los casos más destacados fue el de la escultura Intihuatana –Lugar donde se amarra el Sol–, obra del artista peruano Fernando de Szyszlo. Ubicada en la Calle 26 con Carrera 81B y creada en 1994, esta pieza, inspirada en los centros ceremoniales incaicos, fue sometida a una intervención integral. El tratamiento incluyó limpieza minuciosa, retiro de carteles y grafitis, y pintura de 90 metros cuadrados con los colores originales, revitalizando la presencia simbólica y estética de la escultura en el entorno citadino.

En paralelo, durante el mismo periodo, el programa Adopta un Monumento reforzó su rol como estrategia clave en el fomento de la apropiación social y el compromiso comunitario en torno al patrimonio mueble. Se realizaron doce activaciones sociales integrando a 395 personas en ocho localidades: Santa Fe, Teusaquillo, Engativá, Los Mártires, Chapinero, Suba, Ciudad Bolívar y La Candelaria. De esta manera, veintiún bienes muebles fueron puestos en valor a través de encuentros pedagógicos, recorridos y actividades participativas, que facilitaron la conexión ciudadana con la historia y el significado de estos elementos públicos.

La gestión de “adopciones” logró formalizar siete protocolos, involucrando dieciocho bienes muebles y estableciendo acciones de mantenimiento, defensa, investigación y restauración en colaboración con diversas instituciones y colectivos. La articulación interinstitucional se evidenció en proyectos especiales como la revitalización del Jardín No es Hora de Callar en cumplimiento de decisiones emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el mantenimiento de la urna funeraria de Gabriel Turbay, y la revitalización del Mapa de Bogotá del Parque Nacional junto con la Universidad Externado de Colombia. Asimismo, las iniciativas colectivas y académicas, como la entrega de la fotogrametría del Templete al Libertador y la puesta en valor del Bolívar Ecuestre resaltan el alcance e impacto de estos procesos.

Así, Bogotá ratifica que conservar su patrimonio es un esfuerzo compartido, que exige participación, rigor técnico y colaboración ciudadana, fortaleciendo el lazo entre la ciudad, su historia y quienes la viven diariamente.

¿Qué es la fotogrametría y cuál es su utilidad en la restauración de monumentos?

La fotogrametría es una técnica utilizada para registrar, documentar y analizar objetos físicos mediante imágenes fotográficas y herramientas digitales. En el contexto de la conservación de patrimonio mueble, como lo demuestra la entrega académica de la fotogrametría del Templete al Libertador mencionada por el IDPC, su aplicación permite crear modelos tridimensionales detallados de los monumentos.

Esta herramienta facilita la restauración al permitir diagnósticos precisos de daños, planificación de intervenciones y documentación del estado original y restaurado. La fotogrametría es invaluable para asegurar que las acciones de conservación sean rigurosas y respaldadas por información técnica confiable, fortaleciendo así la gestión responsable del patrimonio público de Bogotá.


* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.

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