Más de $1.800 millones para fortalecer juntas comunales en Kennedy: dotaciones, veeduría y participación ciudadana

El fortalecimiento de las Juntas de Acción Comunal (JAC) se ha convertido en una de las principales apuestas de la Alcaldía Local de Kennedy en Bogotá. Bajo el marco del Proyecto No. 1133 de 2024, inscrito en la estrategia de presupuestos participativos, la administración local ha dirigido una inversión superior a 1.800 millones de pesos colombianos, enfocados en la dotación de 60 JAC de la localidad. Esta iniciativa se refleja en la entrega de elementos esenciales como equipos de oficina, implementos de vigilancia, papelería y otros insumos indispensables para el adecuado funcionamiento de estas organizaciones barriales, según explicó la Alcaldía Local de Kennedy a través de su página oficial.

El proceso de selección y dotación se realizó a través de una convocatoria pública, con el fin de propiciar escenarios de equidad y transparencia en la distribución de los recursos. Las Juntas seleccionadas recibieron bonos diferenciados de acuerdo con las necesidades y la evaluación realizada: 25 JAC obtuvieron bonos de 36 millones de pesos cada una, mientras que otras 35 JAC recibieron bonos por 26 millones cada una. La entrega simbólica comenzó con la Junta de Acción Comunal del barrio Aloha, que recibió insumos valorados en 26 millones de pesos colombianos.

Según Alejandro Suescún, líder de Participación de la Alcaldía, estos recursos buscan fortalecer no solo las capacidades administrativas sino también impulsar la participación activa y sostenida de la comunidad dentro de los procesos decisorios de la localidad. La iniciativa contempla, además, la provisión de elementos para actividades deportivas, equipos de refrigeración y utensilios de cocina, ajustándose a las características y demandas identificadas previamente en cada JAC beneficiada.

Un aspecto fundamental de este programa es la veeduría ciudadana. La ciudadanía participa activamente en la entrega y verificación de los elementos, lo que contribuye a asegurar la transparencia y el uso adecuado de los recursos públicos, tal como lo manifestó la administración local. Esta práctica fortalece la confianza entre las autoridades y la comunidad, y refuerza la legitimidad de los mecanismos de inversión social.

Más allá de la dotación material, la Alcaldía de Kennedy destaca el valor estratégico de las Juntas de Acción Comunal como estructuras organizativas que representan y articulan necesidades de los barrios. El fortalecimiento de estas organizaciones contribuye a consolidar el tejido social de la localidad y a fomentar espacios para la construcción colectiva de soluciones, con miras a entornos más inclusivos y equitativos.

Quienes deseen conocer el listado completo de las JAC beneficiadas pueden consultar la información en la página oficial www.kennedy.gov.co, donde la Alcaldía comparte, de manera pública, los resultados y detalles del proceso. Este tipo de intervenciones forman parte de un esfuerzo integral por reconocer el papel protagónico de la comunidad en el desarrollo local y la gobernanza participativa, tal como se ha resaltado también en las diferentes iniciativas reconocidas por portales como El Espectador y la Alcaldía Mayor de Bogotá.

¿Por qué es importante la veeduría ciudadana en la entrega de dotaciones a las organizaciones comunales?

La veeduría ciudadana, entendida como la participación activa de los habitantes en la supervisión y control de los procesos públicos, desempeña un papel clave en la garantía de transparencia y legalidad durante la entrega de recursos destinados a las Juntas de Acción Comunal. Esta supervisión permite a la comunidad corroborar que los elementos otorgados cumplen con las expectativas y necesidades previamente trazadas, previniendo posibles irregularidades o desviaciones en la ejecución presupuestal.

La implicación directa de la ciudadanía no solo fortalece la confianza colectiva en las instituciones, sino que también incentiva una cultura de corresponsabilidad y control social. De esta manera, se promueve un ejercicio democrático donde las comunidades son protagonistas en las decisiones sobre el uso de los fondos públicos, consolidando entornos más justos y participativos en la gestión local.