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Periodista     Abr 5, 2024 - 6:35 pm

La construcción de paz en Colombia es una bandera que han abrazado varias generaciones, pero que todavía es un carro que está siendo empujado para que tome fuerza y acelere.

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Dentro de ese deseo colectivo de apoyo a quienes desean salir adelante y construir tejido social, está la empresa Terpel. Lejos de que lo primero que venga a la mente cuando se nombra esa compañía es que solo se dedica a la venta de combustibles, también ha iniciado un camino para hacer de los proyectos sociales una manera de aportar a la reconciliación en el país.

Por eso nació hace 10 años el programa Restaurando Sueños, en el que víctimas del conflicto, firmantes de paz, pospenados y militares heridos en combate convergen para tener segundas oportunidades y convertirse en los mejores empresarios de Colombia.

Ese proyecto acompaña por cerca de 9 meses a los emprendedores, con el fin de brindarles herramientas empresariales, sociales, de asesoría en redes sociales e inyección capital, para impulsar sus negocios.

Terpel visitó Pulzo para compartir un desayuno en el que 4 de los 33 emprendedores que hacen parte de la iniciativa y dialogar sobre sus maravillosas historias de vida. A la vez, dieron a conocer los productos y servicios con los que decidieron abrazar la reconciliación y darle una segunda oportunidad al amor.

Andrea Cheer, directora de asuntos corporativos de Terpel comentó que el programa Restaurando Sueños es una propuesta para “alinearse con las necesidades más apremiantes de Colombia, en materia de salud, educación y de reconstrucción social y de paz”.

Cheer afirmó que tras 20 años de servicio al país, la Fundación Terpel ha sido fundamental para la “construcción de humanidad”. En ese sentido, generan “alternativas de ingreso para los beneficiarios del programa y fortalecer sus capacidad productivas para hacer crecer sus emprendimientos”.

Liliana Romero, de Lili Empanadas, Nastasia Poliakova (con Andrés Bermúdez), de Ikra, Steffy Gómez, de Aromáticas Quinde y Ana Sílvia Florián, de Cariamor, abrieron su corazón y les contaron a los asistentes sus historias de vida y la manera en la que iniciaron sus proyectos.

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Justamente, Florián le expresó a Pulzo que es viuda de un policía asesinado hace 37 años. Luego del fallecimiento de su esposo y con la necesidad de sacar adelante a sus tres hijos ideó una empresa que se dedicara a elaborar pasteles, tortas, postres, chocolates y galletas libres de gluten y azúcar.

La empresaria creó la compañía para “sostener a su familia” siendo madre cabeza de familia. Con impulso y ganas sacó adelante Cariamor. Su proceso de vida fue duro “porque perdonar no es fácil”, aunque creo que la decisión de no guardar resentimientos la hizo más fuerte y le ayudó a criar de la mejor manera a sus hijos.

Hoy, la mujer trabaja en llave con sus nietos y con una persona que le ayuda con las labores de aseo. Ese pequeño equipo, con mucho amor, hace parte de la frase de que creer en los sueños permite crear historias maravillosas.

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