La primera seleccionada y única mujer de la terna es la abogada Mónica Cifuentes Osorio, actual asesora jurídica del Alto Comisionado para la paz y la encargada de gerenciar temas legales del proceso de paz que se desarrolla en La Habana, Cuba.

El segundo nombre escogido es el del ministro de Justicia, Yesid Reyes, un abogado y político cercano al Gobierno que dijo en estos días que si lo escogían él renunciaba a su actual cargo.

El tercer elegido es el exministro de Presidencia Néstor Humberto Martínez, un político de historia que ha sido duramente cuestionado por su estrecha relación con un bufete internacional de abogados que le podría generar un conflicto de intereses.

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El descabezado entre los opcionados fue el actual fiscal encargado, José Fernando Perdomo, que contaba con el apoyo del expresidente César Gaviria.

Según Semana, Perdomo será designado como embajador en el servicio exterior, luego de entregar a Fiscalía a quien elija la Corte Suprema.

La Corte Suprema tendrá a su cargo la elección del nuevo Fiscal, que reemplazará en propiedad a Eduardo Montalegre.

El anuncio lo hizo el presidente Santos antes de viajar a Nueva York a la reunión de las Naciones Unidas que discutirá la nueva estrategia global contra las drogas.

Santos defendió la convocatoria pública que hizo para la conformación de su terna, a pesar de las críticas que le formularon de diversos sectores, pues aunque se seleccionaron inicialmente 155 hojas de vida, y la lista se redujo a 16 semifinalistas, no hubo sorpresas y la terna tiene los tres candidatos que figuraron con las mayores opciones desde el comienzo.

En cuanto a los perfiles de los candidatos, no se puede señalar que alguno de los miembros de la terna aparezca con un claro favoritismo.

Cifuentes es experta en justicia transicional y su papel podría ser fundamental para administrar la entrada en funcionamiento del tribunal especial de paz creado por la mesa de diálogo de La Habana. Según Semana, Cifuentes tiene más vínculos con la rama judicial que con el Gobierno, a diferencia de sus contendores

Reyes, por su parte, es penalista, tiene buenas relaciones con la justicia y tiene en el gabinete un perfil más técnico que político.

Martínez, además de los posibles impedimentos que podría tener por sus vínculos como abogado representante de muchas empresas, no es penalista.

Sin embargo, tiene a su favor ser un candidato con mucha experiencia como exministro de Justicia en dos ocasiones y como ministro del Interior y de la Presidencia.

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