La tarde del segundo día de protestas y disturbios por la muerte de Javier Ordóñez en un procedimiento de abuso de autoridad, las mujeres habrían sido interceptadas para una requisa por sospechas de posesión de marihuana en el barrio Villa Luz, cerca a la Avenida Boyacá, sostiene la ONG.

Según el relato, las mujeres de entre 22 y 23 años fueron trasladadas por dos policías hasta el CAI pues debía ser una mujer la que les practicara la requisa. Lo llamativo de esto es que fue lejos del lugar donde las detuvieron, pues terminaron en el centro de la ciudad.

Allí, estando solas, prosigue Temblores, los policías habrían comenzado a acosarlas preguntándoles “¿cómo vamos a arreglar?” y manoseándolas por encima de la ropa. Eso hasta que llegó la encargada de la requisa, con la que las jóvenes se quejaron, pero dicen haber recibido agresiones verbales y físicas a cambio.

Luego les habrían quitado sus celulares con el pretexto de revisar que no fueran robados, pero dicen que borraron videos y fotos que los comprometían. Todo esto hasta que el novio de una de las denunciantes llegó al sitio y tuvo que pagar 150.000 pesos que le exigían para liberarlas, añaden.

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La ONG acusa a los agentes de “abuso y acoso sexual, violencia verbal, detención arbitraria y soborno”, agregando que es la denuncia número 242 de su tipo que ha hecho contra la Policía este año ante la Procuraduría General de la Nación.

Esta misma semana también se llevó a cabo una protesta feminista frente a la sede de una EPS en la capital por la presunta violación que denunció una mujer por parte de un ginecólogo. En este caso también tuvo que intervenir el ESMAD.

Este viernes otra mujer que dijo haber sido violada en un CAI, también del centro de Bogotá, también encaró por ello a policías que controlaban las manifestaciones: “¿Usted tiene hijos o hijas? Respóndame ¿Le gustaría que a una hija suya la metieran a un CAI y la violaran?“, les increpó.

Esta es la denuncia de la ONG Temblores: