De acuerdo con el diario BBC, que cita ese estudio, el Instituto de Aprendizaje y Ciencias del Cerebro de la universidad estadounidense examinó el comportamiento de 100 bebés de 19 meses de nacidos, dejándoles cerca pedazos de frutas como fresas, uvas y bananos.

En una primera fase, uno de los investigadores se hacía pasar como un desconocido ante los bebés y fingía que se le caían los alimentos. Luego, extendía las manos como gesto de que le entregaran las frutas de vuelta, sin mencionar una sola palabra. El resultado fue que el 58 % de los niños las pusieron en las manos del sujeto sin comerlas, detalla el medio británico.

En la segunda parte se hizo casi exactamente lo mismo, solo con la variable de que era la hora de comida, en la cual se suponía los pequeños tenían hambre. Aunque el porcentaje bajó, el 37 % de los bebés también devolvieron las frutas a pesar de que el resto si decidió por comérselas, añade el mismo rotativo.

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La conclusión a la que llegaron los investigadores es que los bebés nacen con la condición positiva y única de los seres humanos: el altruismo, “la voluntad de ayudar y ceder ante los demás”, indica BBC.

“Generalmente, en las discusiones sobre el altruismo, uno piensa: ‘¿Será que le cuesta a uno mismo beneficiar a alguien?’ En ese caso, ellos (los niños) se hubieran beneficiado y deseaban la comida, aun así la cedieron. Lo que demuestra que actuaron de manera altruista. Estudiar el altruismo a esa edad nos puede ayudar a explicar las raíces de ese comportamiento, para poder entender por qué los humanos practicamos el altruismo y cuándo comienza, y de esa manera poder promoverlo e incentivarlo a medida que los niños crecen y se convierten en adultos”, dijo el científico Rodolfo Cortés Barragán al diario inglés.