Lo que pocas notan en el proceso es que su cuerpo ya no es el mismo después del primer hijo, y no se trata de las estrías o rezagos del embarazo, sino de que los signos del envejecimiento se empiezan a hacer evidentes.

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Por esto, los investigadores Alen Ryan, Christopher Kuzawa y Dan Eisenberg, de la Universidad de Washington, decidieron investigar qué era lo que realmente llevaba al cuerpo femenino al envejecimiento, como aseguró Medical xpress.

El trabajo de campo lo realizaron con alrededor de 3 mil mujeres entre los 20 a 22 años, en quienes encontraron que una vez se convertían en madres los signos del envejecimiento aceleraban, pues con cada embarazo perdían entre 0,5 a 2 años de juventud.

Además, tuvieron en cuenta que entre más hijos tenían las mujeres, el riesgo de enfrentar enfermedades mortales era más latente, ya que el sistema inmune sufría daños irreparables.