La mujer, de 37 años, fue criticada e insultada por su estilo de vida como cazadora, y hasta recibió amenazas de muerte por posar con el cadáver de la jirafa.

Ante esto, Thompson salió a defenderse y, en entrevista con Fox News, justificó lo que hizo diciendo que la jirafa pertenecía a una subespecie sudafricana que estaba aumentando en número. Según ella, esto es gracias a “los cazadores y a los esfuerzos de conservación pagados en gran parte por la caza mayor”.

La cazadora agregó que la jirafa que mató tenía 18 años y era muy vieja para reproducirse.

Frente a los titulares de algunos medios que mencionaron que la jirafa pertenecía a una “rara” especie por tener manchas negras, ella indicó que no se trata de una rareza, pues “las jirafas se vuelven más oscuras con la edad”. Esto, de acuerdo con un artículo publicado en 2012 por BBC, es cierto.

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Thompson también habló con Daily Mail y allí señaló que su vida como cazadora es “una pasión” y no un pasatiempo como muchos creen. Asimismo, manifestó que las personas la atacan más duro solo porque es mujer.

No bastando con las justificaciones anteriores, la cazadora señaló que las personas deberían alegrarse de que las autoridades en Sudáfrica la dejen cazar porque de esa manera está contribuyendo al país. Por ejemplo, dijo que un orfanato local recibió una donación de 907 kilos de carne de jirafa para consumir.

“La compañía de safaris, la aldea, los lugareños, la economía, todos se beneficiaron”, añadió Thompson, quien en su cuenta de Facebook también está tratando de defenderse diciendo que “los animales no tienen derechos porque son animales y no humanos”. Ella aseguró que, al tener en cuenta esa idea, es imposible que se pueda “asesinar animales”.